martes. 16.04.2024

Vivir en el siglo XXI: Homofobia

Todas las noches me paso varias horas, como la mayoría de la población, revisando las redes sociales. Qué pena que pasemos tantas horas perdiendo el tiempo viendo publicaciones sin sentido. Pero ayer, mientras estaba a punto de caer en el sueño más profundo después de un largo día, conseguí ver algo que me dejó con la boca abierta.

Una de las personas a las que sigo en instagram, subió una historia o story como lo llaman algunos sobre un acontecimiento ocurrido en la discoteca akuarela de Valencia. Justo estuve allí el pasado julio porque está cerca de donde suelo pasar mis vacaciones de verano. Entonces, entré en la publicación.

La publicación, venía de un chico llamado Ángel, y, por desgracia, me habría gustado leer otra cosa que no fuese de la que el pobre chico hablaba. 

Había sido agredido por tres machitos en aquella discoteca, únicamente por estar en la sala principal con un chico, forzándole a que abandonase el lugar. Además de recibir una gran paliza y miles de insultos homófobos, los seguratas, careciendo de tener dos dedos de frente, como dice la expresión, se dedicaron a expulsar al chico de la discoteca de muy malas maneras, dejándole también lesiones. 

Me parece acojonante, hablando alto y claro, la homofobia que hay en nuestra sociedad llegados a estas alturas de siglo.

A ti qué más te da quién se bese con quién, quién salga a la calle con quién o quién se acueste con quién siendo del mismo sexo, qué más te da.

Lo que me parece increíble es el derecho que algunas personas o mejor dicho, muchas, por desgracia, se creen que tienen el derecho a meterse en la vida de los demás.

Si sales de fiesta y ves a dos personas, independientemente de que compartan el mismo sexo, juntas, por qué tienes que meterte donde no te llaman, de verdad, qué rabia.

La homofobia es algo que no entra en mi cabeza, por mucho que respete todas las opiniones ajenas a pesar de que no las comparta. Pero, en este caso, esta ni la respeto. 

Lo que más me cabrea hablando de este tema es que se desconoce quienes son los agresores. Por lo que he leído, todo está en manos de la policía, así que ojalá consigan encontrarlos y se les caiga el pelo p homófobos.

Pero, como Ángel, hay muchos más casos. Viviendo en Madrid, recibo noticias de discotecas en las que he estado sobre agresiones homófobas, tránsfobas o machistas.

Uno los tres términos porque pienso que van muy relacionados, vaya.

Lo mejor de todo es que la discteoca se lave las manos, como hacen todas. Sólo les importa el dinero, que el lugar siga funcionando, y no meterse en estos asuntos.

Vive y deja vivir, qué te importa la vida de los demás.

Vivir en el siglo XXI: Homofobia