El paro estacional mide el desempleo de una etapa determinada y comparándola con otra, por ello, durante la pandemia y con la llegada de la Semana Santa, las cifras del paro han bajado la presión.
A priori, las cifras pueden dar a entender que se trata de una buena noticia, que en parte lo es, sin embargo, estos números solo reflejan la llegada de un período vacacional en el que los negocios, sobre todo en el sector hostelero, necesitan un pequeño aumento de la plantilla para cubrir sus servicios.
La Semana Santa no ha sido como antaño, el coronavirus ha vuelto a impedir la normalidad en las calles y por ende, los negocios siguen estando en una difícil situación y con el agua al cuello. La economía española se verá afectada por esta crisis sanitaria durante años, vislumbrando una total recuperación para el año 2026, aproximadamente.
Todo ello sin contar las casi 750.000 personas que siguen en ERTE. Ya que, a pesar del descenso de 100.000 personas aproximadamente desde el mes de febrero, los números de esta situación continúan siendo elevados y preocupantes.
Este descenso del desempleo, suele venir acompañado del llamado 'efecto rebote', en el que tras unos números alentadores de recuperación, vendrán otros datos menos buenos en un período de tiempo posterior. No obstante, el Ministerio de Trabajo se muestra satisfecho: ''este descenso supone la tercera mayor bajada de la serie histórica y el mejor dato para un mes de marzo desde 2015. Se produce una vez superado el impacto de la tercera ola de la pandemia, que ha permitido suavizar restricciones que inciden en la actividad económica".