Son muchas las incógnitas que se han abierto tras la inesperada marcha de Messi del FC Barcelona. ¿Laporta, La Liga, la anterior Junta? Los aficionados se han volcado en las redes sociales para exigir conocer los motivos reales, con sinceridad, franqueza, de la marcha de Messi.
Nadie entiende qué ha pasado, cómo puede ser que un club que lleva anunciando meses la firma de la renovación, garantizando a sus aficionados que no tienen motivos para preocuparse, finalmente decida darle el adiós a su gran estrella. Son muchos los que creen que el final de está vinculación pueda deberse al desbordamiento que ha habido en los gastos del club catalán, en particular, y que ha hecho que muchas renovaciones no sean posibles. Tampoco debe ser fácil mantener al seis veces ganador del balón de oro.
Otros culpan al llamado fair play financiero que rige en las normas establecidas por LaLiga y sobre la cuál el Barcelona incumplía, al tener una masa salarial deportiva del 110% respecto a los ingresos totales del club. O quizás, a la nefasta gestión de las Juntas anteriores.
Lo único que está bastante claro, independientemente de quiénes o qué son culpables a la hora de no poder seguir contando con Messi, es que hoy la Liga ha perdido a uno de los mejores jugadores con los que ha contado en su historia. Hoy no solo llora el barcelonismo, sino todo un país que apostaba por un fútbol de calidad y grandes estrellas.