viernes. 19.04.2024

La desconfianza en las vacunas

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Carolina Darias, la actual ministra de Sanidad, ha descartado la cancelación en España de la vacuna de AstraZeneca. Desde el inicio de las campañas de vacunación esta vacuna desarrollada en conjunto por la Universidad de Oxford y la compañía farmacéutica AstraZeneca ha sido objeto de debate y titular de muchos medios que pretenden crear sensacionalismo.

La verdadera diferencia entre la AstraZeneca y sus compañeras Pfizer y Moderna es su elaboración. Estas dos últimas han sido fabricadas con novedosas técnicas médicas que se diferencian de las que hemos conocido durante años; utilizan el ARN mensajero en su composición. Este tipo de vacuna al inyectarse en el cuerpo le da al cuerpo la información necesaria para que se prepare contra el virus y lo rechace en el momento que intente infectar el organismo. 

AstraZeneca por el contrario utiliza una técnica parecida a la que se ha utilizado siempre. Ha tomado un adenovirus, lo ha mutado, colocado información parecida al Covid-19 y finalmente se coloca en las jeringuillas muerto o extremadamente debilitado, para que así el cuerpo pueda combatirlo y prepararse.

Pero es debido a esta diferencia en la elaboración por lo que se producen más efectos secundarios con la AstraZeneca, por que como ha pasado siempre, es la respuesta inmunitaria del cuerpo. Esta vacuna en principio no estaba recomendada para mayores de 65 –hasta que se hagan las pruebas necesarias- porque a partir de esa edad el sistema inmunitario es más débil y le va a costar más luchar con el virus. 

Por lo tanto, no es que la AstraZeneca no sea segura, sino que la gente joven tiene más aguante. 

La alarma social se ha activado cuando uno tras otros varios países como Dinamarca o Austria han suprimido su utilización por supuestos episodios trombóticos en los pacientes e incluso muertes. Realmente estos trombos en los vacunados no se han dado con mayor frecuencia comparándolos con los que le ocurren a una población sin vacunar. Para comprobar si hay una correlación entre estos casos y la vacuna, hace falta un estudio.

El lote de vacunas AstraZeneca que ha sido descartado en estos países ya fue utilizado en España y no ha causado ningún efecto secundario grave. Se han reportado cefaleas o dolores en la zona del pinchazo, pero esto no es algo que no venga en el prospecto de la vacuna, no es algo anormal ni dañino en exceso.

Cabría preguntarse de qué sirve tanto alarmismo si no es para conseguir vender titulares o desprestigiar una vacuna viable. Las campañas de vacunación deben de seguir para salir lo antes posible de esta pandemia.

La desconfianza en las vacunas