jueves. 18.04.2024

El curso académico 2020/2021 comenzará con una enseñanza mixta que combinará clases presenciales y online (sesiones síncronas) con actividades formativas virtuales. Así se desprende del acuerdo alcanzado por el consejero de Economía, Conocimiento, Empresas y Universidad, Rogelio Velasco, y los rectores de las diez universidades públicas andaluzas y de la Loyola de Andalucía, en el que se pone de manifiesto el objetivo de alcanzar la máxima presencialidad posible.

Dicho documento marco, suscrito también por la Dirección de Evaluación y Acreditación (DEVA), responde a la planificación del nuevo año docente que están realizando la Junta y estas instituciones académicas para adaptar la vuelta a las aulas a los distintos escenarios que puedan darse tanto al comienzo como durante el desarrollo del curso en función de la evolución de la crisis sanitaria del COVID-19. Este acuerdo se enmarca en la línea de coordinación y colaboración entre la Administración autonómica y las universidades iniciada con la irrupción de la pandemia y que motivó que el pasado 11 de abril ya se consensuará otro documento marco de adaptación de la docencia del segundo semestre del actual curso.

El convenio firmado ahora reconoce el valor de la enseñanza presencial en la formación universitaria, de ahí que se priorice esa modalidad, atendiendo siempre a las indicaciones sanitarias, permitiendo con ello una mayor adecuación a los planes de estudios aprobados. Además, esas actividades presenciales se organizarán atendiendo a las directrices sanitarias sobre la capacidad de los espacios y el distanciamiento físico, aspectos que marcarán las dimensiones de los grupos. Si fuera necesario, se priorizará que esas clases en grupos reducidos se dediquen a la docencia de carácter práctico o experimental. Asimismo, se adaptarán los contenidos temáticos a esta modalidad mixta y se regularán los horarios para facilitar al estudiantado la compatibilidad entre la docencia presencial y la online.

El documento, que pretende ser un marco compartido de criterios generales para este periodo excepcional, servirá de referencia a las medidas que cada universidad andaluza adopte en el ejercicio de su autonomía y de acuerdo a sus características específicas hasta que se declare el fin de la pandemia y sea posible la vuelta a la plena normalidad de la actividad académica. Estas directrices específicas para cada campus deberán quedar plasmadas en planes de contingencia, que se activarán en función de las normas para prevenir el contagio del COVID-19 adoptadas por las autoridades estatales o autonómicas. En el caso de enseñanzas de grado o máster con un alto porcentaje de estudiantado internacional, también se podrán aplicar si las restricciones a los desplazamientos internacionales por motivos sanitarios impiden o dificultan la enseñanza presencial.

Cada plan de contingencia contemplará dos escenarios de impartición de asignaturas en virtud de que sea necesario adoptar medidas de restricción del aforo en las aulas y de distancia física entre personas o, incluso, suspender la actividad presencial en todo el sistema o en determinados centros o grupos docentes. El escenario A plantea una menor actividad académica presencial y el escenario B refleja la suspensión de este tipo de formación y la adopción de un sistema exclusivamente online.

En cualquiera de los dos escenarios, entre las actividades no presenciales se podrán programar tanto sesiones síncronas como acciones formativas asíncronas, para las que se mantendrá una supervisión e interacción con el estudiantado con el fin de que éste pueda realizar un seguimiento adecuado de la asignatura. Además, los horarios de las asignaturas aprobados por los centros se adaptarán a ambos escenarios y se mantendrán para cualquiera de las modalidades en las que se pueda desarrollar la docencia, salvo modificaciones puntuales por restricciones de espacio.

Las universidades andaluzas acuerdan que prime la educación presencial en el próximo...