El gobierno Francés ha ampliado el toque de queda a 38 sectores de su su país debido a la preocupante situación a la que se enfrenta.
Esta medida implica que no se pueda salir de la vivienda desde las 21:00 hasta las 6:00, un horario que afecta también a los habitantes de la Polinesia Francesa salvo que tengan motivos imperativos para salir, como laborales o sanitarios.
El primer ministro francés, Jean Castex, en una rueda de prensa en la que ha comparecido ha dicho: "Digamos las cosas claras. La situación es grave", tras lo que ha añadido que "la segunda ola" ya ha llegado y muestra un avance rápido en todos los países europeos.
El jefe de Gobierno ha aclarado que extensión de la medida se ha impuesto de forma preventiva, y en caso de que la situación empeore, será un modelo que se endurecerá.
Olivier Verán, titular de Sanidad también ha intervenido, explicando que aunque la pandemia no tiene un avance tan extremo como en primavera, sigue extendiéndose de forma "alarmante". Esto se demuestra en las cifras, ya que Francia en agosto se detectaban 10 casos por cada 100.000 habitantes. Ahora esa tasa ha aumentado hasta los 251. Ante esto el ministro ha avisado de que "Sin ninguna medida nueva, en 15 días habrá más de 50.000 casos al día".
A pesar de los datos, el ministro confía en que la semana que viene se comiencen a advertir signos de mejora a causa de la aplicación de las medidas preventivas, basándose en ejemplos de ciudades como París, que desde le 17 de octubre ha conseguido reducir la tasa de contagios mediante la efectuación de controles por parte de los cuerpos de seguridad y multas por incumplimiento. "Las próximas semanas serán difíciles. Nuestros servicios hospitalarios se verán sometidos a una dura prueba y el número de muertos seguirá aumentando".
