sábado. 20.04.2024

Fumata blanca con Esquerra Republicana de Catalunya... que podría amenazar ahora el acuerdo con Ciudadanos. Pedro Sánchez tomó directamente el timón y, con su equipo más estrecho de la Moncloa, pilotó en los últimos días la negociación que culminó ayer con el vicepresidente del Govern, Pere Aragonès, para que ERC salga del bloque del no y vuelva a la abstención en la votación de la última prórroga del estado de alarma que el Congreso celebrará el próximo miércoles, avanza La Vanguardia.

El presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, anuló ayer la comparecencia en la Moncloa que protagoniza casi todos los sábados desde que el 14 de marzo decretó el estado de alarma, y en la que estaba previsto que desvelera los pormenores de la última ampliación hasta finales de junio de esta situación de excepcionalidad provocada por la pandemia que el Consejo de Ministros acordará el próximo martes, para concentrar todos sus esfuerzos
en la negociación con Esquerra.

A media tarde, La Vanguardia adelantó el acuerdo. Fuentes de la negociación en la Moncloa dieron por cerrado el pacto con los republicanos para su abstención en la última prórroga de la alarma. Y ERC confirmó oficialmente las conversaciones abiertas y “muy avanzadas” con el Gobierno, al tiempo que anunció la convocatoria urgente de una reunión de la comisión permanente nacional del partido ayer mismo. “Nos abstenemos. Si nos acostumbramos a decir que no, quedamos arrinconados”, justificaron dirigentes de la formación republicana.

A última hora de la tarde, ERC emitió un comunicado con los puntos del acuerdo con el Gobierno para garantizar su abstención el miércoles, “con la voluntad de que esta sea la última prórroga necesaria” de la alarma, por un plazo de 15 días. El pacto implica que cuando las unidades territoriales de referencia alcancen la fase 3 de la desescalada, las comunidades autónomas asumirán “la condición de autoridad competente delegada para la adopción y la ejecución de las medidas de dicha fase”. “Con la única excepción de las referidas a la libertad de circulación”, advierte el documento. El Gobierno, además, “se compromete, siempre que sea posible, a priorizar medidas normativas y legales de carácter menos excepcional que el estado de alarma en un futuro”. “Y a desvincular de esta medida las propuestas económicas y sociales que tendrán que adoptarse para superar los efectos de esta crisis”, añade. Se analizarán así las reformas legales necesarias, durante un plazo de tres meses, para fortalecer la respuesta a pandemias, “como mecanismo alternativo al estado de alarma” y que garantice “la cogobernanza” con las autonomías. El Gobierno, además, “impulsará mecanismos para la participación de las comunidades en la gestión de los fondos” que provengan de la Unión Europea.

Sánchez quiso implicarse para que a la tercera fuera la vencida con Esquerra. La formación de Oriol Junqueras facilitó, con su abstención, la investidura del presidente del Gobierno el 7 de enero. Gracias a este acuerdo, ERC forzó que Sánchez inaugurara con Quim Torra en la Moncloa la mesa de negociación bilateral con la Generalitat, ya el 26 de febrero, para abordar la resolución del “conflicto político” en Catalunya. Pero la declaración del estado de alarma por la pandemia, el 14 de marzo, dejó en suspenso la siguiente cita, que había de celebrarse en Barcelona, y las negociaciones en curso.

ERC y JxCat, socios en el Govern en constante pugna electoral por la hegemonía del independentismo en Catalunya, se mantuvieron no obstante alineados inicialmente en el Congreso, y se abstuvieron en las dos primeras prórrogas de la alarma, el 25 de marzo y el 9 de abril. En la tercera, el 22 de abril, JxCat ya dijo adiós y engrosó el bloque del no, mientras que ERC, que aún se mantuvo en la abstención, ya amenazó con romper. “Estamos más cerca del no que nunca”, advirtió el portavoz de ERC en el Congreso, Gabriel Rufián. Y la amenaza se consumó en la votación de la cuarta prórroga de la alarma, el pasado 6 de mayo. Los republicanos ya se situaron en el no, y acusaron a Sánchez de romper el “espíritu de la investidura”, porque la Moncloa suplió su negativa con un acuerdo con Ciudadanos.

Los pactos de Sánchez con la formación de Inés Arrimadas y los acuerdos suscritos también con el PNV mantuvieron el aval de una mayoría absoluta a la quinta prórroga de la alarma, el pasado 20 de mayo. Pero Sánchez no dejó de intentar que ERC regresara, al menos, a la abstención. Lo intentó primero a través de la vicepresidenta primera del Gobierno, Carmen Calvo, que no obtuvo éxito en sus conversaciones con el vicepresidente Pere Aragonès, coordinador de ERC. Y lo volvió a intentar reactivando la mesa de negociación de la investidura, en la que se sentaron de nuevo la vicesecretaria general del PSOE, Adriana Lastra, y los ministros Salvador Illa y José Luis Ábalos, con los republicanos Gabriel Rufián, Marta Vilalta y Josep Maria Jové. La negociación se encaminó en buena dirección para ambas partes –en aquel momento, Sánchez intentaba una ampliación de la prórroga de todo un mes–, pero finalmente el presidente optó por garantizarse el apoyo de Ciudadanos para otros 15 días de ampliación de la alarma y el pacto con los republicanos volvió a embarrancar. “Si la Moncloa necesita a ERC, que Sánchez hable con Aragonès”, zanjaron. E instaron al presidente del Gobierno, en último extremo, a decantarse por ERC o por Ciudadanos. “O ellos, o nosotros”, advirtieron.

Para la sexta y última prórroga de la alarma, Sánchez recompone así su relación con Esquerra. Pero habrá que ver si logra mantener el respaldo de Ciudadanos. La aritmética parlamentaria le permitiría lograr el aval del Congreso si el resto del bloque del sí se mantiene en el mismo, aunque pierda a Ciudadanos, con ERC en la abstención. No lograría retener en este caso la mayoría absoluta, pero solo necesita una mayoría simple de más síes que noes. En la Moncloa insisten en que, en todo caso, no hay alternativa: “La alarma es lo único que permite constitucionalmente, hoy por hoy, controlar la movilidad de la ciudadanía, que es un derecho fundamental. Si no hay alarma, hay libre circulación”, advierten.

Y, a la espera de la votación de esta última prórroga de la alarma el miércoles en el Congreso, todos en la Moncloa y en Ferraz coinciden en que Sánchez logrará salir políticamente vivo de la monumental crisis del coronavirus en España: “Sale vivo, sí”, corroboran. Pero con magulladuras.

“Sale vivo, desde luego, aunque con el lógico desgaste de la gestión”, advierte un dirigente de Ferraz. En cambio, en la dirección del PSOE están convencidos de que el líder del principal partido de la oposición, Pablo Casado, “no ha aprovechado la oportunidad para crecer y convertirse en alternativa”. “Salimos en tablas”, concluyen. Ahora bien, en lo que todos los socialistas están también de acuerdo es en que vienen tiempos duros. “Lo difícil viene ahora”, alertan unos. “Ahora viene lo gordo”, coinciden otros.

Sánchez consigue que Esquerra se abstenga en favor de la 6ª prórroga del Estado de Alarma