La pandemia provocada por el Covid-19 ha traído muchas consecuencias devastadoras a muchos sectores del país. Sin embargo, en caso de la educación pública andaluza el efecto ha sido el contrario. Recorte de 158 unidades de Infantil y 377 de Primaria estaba previsto por el Gobierno de PP y Ciudadanos, ha sido amortiguado por el refuerzo de 7.000 docentes que se han incorporado al inicio del curso académico debido a la pandemia.
De esta manera, la suspensión de 586 aulas publicada en el BOJA en el mes de junio, ha sido contrarrestada con el reajuste de la plantilla de refuerzo realizado al inicio del curso como consecuencia de la llegada de la segunda ola del virus. Asimismo, hasta el 7 de octubre la Junta no ha cerrado de manera definitiva la plantilla de los profesores. Antes de firmar el acuerdo con los sindicatos del sector, otros 1.500 docentes de apoyo se han añadidos a los 5.500 ya confirmados.
La reducción de los docentes estaba planteada por la Consejería de Educación debido a la disminución de la tasa de la natalidad para el curso de 2020/2021. De esta manera, el consejero de Educación, Javier Imbroda, ha presentado al Gobierno un informe que calculaba que debido a la natalidad, el curso va a contar con 22.000 alumnos menos por lo que eran necesarios unos reajustes en el número de aulas y profesores.
Con la llegada del Covid-19, los centros educativos se han visto obligados a tomar medidas de seguridad que suponía desdobles con grupos de un máximo de 25 por aula en Infantil y Primaria; 30 en Secundaria; 35 en las etapas postobligatorias. Estas medidas requerían el mayor número de docentes por lo que la Educación ha registrado 138 unidades autorizadas más que el curso pasado.
