jueves. 28.03.2024

El cierre de salas de cines y las medidas de aislamiento ha dejado el calendario de estrenos cinematográfico tiritando. Ninguna distribuidora se atreve a fijar fecha para sus películas antes de finales de mayo. En esa situación, los productores están negociando a nivel europeo y estatal para permitir que, temporalmente y para sortear la crisis del coronavirus, sus películas se estrenen directamente en plataformas sin pasar por las salas tradicionales.

Es una de las medidas que ha planteado el Club de Productores Europeos (EPC), que preside el español Álvaro Longoria (Morena Films), a la Comisión Europea y, en coordinación con ellos, a nivel estatal la Asociación Estatal de Cine (AEC) al Ministerio de Cultura, ha indicado Longoria a Efe.

Según las cifras que maneja el EPC, que agrupa a cerca de 140 productoras de 30 países, en Europa se estrenan 1.600 producciones autóctonas al año. "Estimamos que los efectos de esta crisis pueden extenderse unos seis meses lo que significa 800 estrenos afectados y una acumulación para el otoño/invierno en la que va a ser imposible encontrar un hueco", señala Longoria.

El sistema actual de explotación cinematográfica en Europa funciona con el modelo de ventanas de exhibición, que fija periodos obligatorios de paso por las salas de cine -120 días en España- antes de poder saltar a plataformas, televisiones u otros soportes.

El sistema de subvenciones públicas a la industria audiovisual también contempla esas ventanas, ya que algunas de esas ayudas exigen el estreno en un determinado número de salas de cine.

"Hemos pedido que esas reglas se eliminen por el momento", dice Longoria, y detalla que la propuesta se basa en la experiencia china, el mayor mercado de cine del mundo, donde se ha llevado a cabo con éxito. "Los exhibidores tendrán que ser compensados pero no tiene sentido que el efecto del cierre de salas pase necesariamente al resto de la industria", subraya.

Las medidas propuestas por el EPC para paliar los efectos de la crisis del coronavirus son diez en total y se agrupan en bloques: para los proyectos en fase de distribución; en preproducción y producción, y en desarrollo.

El estreno directo en plataformas es una de las medidas incluidas en el primer bloque, junto con el establecimiento de fondos de compensación a nivel europeo y estatal por las pérdidas en taquilla y gastos de preventa y promoción.

En el segundo se plantean fondos de emergencia y créditos sin interés para cubrir costes de pago de personal, provisiones y equipamientos; garantizar la cobertura de los seguros por cancelaciones de rodaje o el retraso en el pago de impuestos y seguridad social, entre otras.

Para los proyectos en desarrollo, los productores buscan la complicidad de televisiones y plataformas para tejer nuevas alianzas y promover contenidos "positivos y educativos" que ayuden a los espectadores a lidiar con el confinamiento y el estrés.

Por último, animan a esas mismas televisiones y plataformas a adquirir producciones de sus catálogos para rellenar los huecos que están quedando en las parrillas de programación a consecuencia de las cancelaciones de muchos de sus programas de ocio y deportivos.

Los productores se plantean estrenar sus películas en las plataformas