viernes. 29.03.2024

Brian Zach, sargento de policia, recibió una llamada de emergencia. 

Se trataba de Kalia, una pequeña de cuatro años que sufría maltrato por parte de sus cuidadores. Desde que llegó hasta que los detectives aparecieron se quedó junto a la pequeña, ofreciéndole consuelo y compañía. En ese rato se forjó tal relación con un fuerte vínculo que le planteó a la familia, que ya tenía dos hijos el adoptarla él mismo. 

Después de eso, Kaila fue al hospital para que le trataran las lesiones y se presentaron cargos contra sus padres. El servicio de protección infantil intentó encontrarle una nueva residencia, pero Zach y su mujer se ofrecieron a adoptarla.

La niña llegó a su nuevo hogar tan solo "con una taza y una bolsa de ropa que no le quedaba bien", ha explicado el policía. Era muy tímida, pero al segundo día ya llamaba a su mujer "mamá". A él, no: "Yo era 'chico' durante una o dos semanas y luego cuando empezó a preescolar se enteró de quién era papá", ha asegurado.

"Vivíamos cada semana sin saber si iba a volver con sus padres biológicos, o cuánto tiempo íbamos a mantenerla", ha explicado Zach. "Nuestro objetivo era amar y cuidar a esta niña mientras eso sucediera".

30 meses más tarde Cach y su mujer adoptaron finalmente a la pequeña Kasia. 

En una de sus declaraciones, el sargento afirmó lo siguiente: ""No hay que tener miedo del proceso porque vale la pena".

Un policía adopta a la niña que rescató de los cuidadores que la maltrataban