sábado. 20.04.2024

Italia ha presentado una serie de medidas que componen un protocolo para una vuelta escolar segura el 14 de septiembre en todos los colegios del país. El objetivo del plan es conseguir una educación presencial segura, que evite los contagios del covid-19 entre alumnos y profesionales del centro. Además, incluye una asignación económica para mejorar los servicios.

La ministra de Educación italiana, Lucia Azzolina, se ha visto envuelta en una dura polémica, después de que la Organización Mundial de la Salud haya dicho que reabrir las escuelas en países donde la transmisión de Covid-19 es alta "sólo empeorará la situación". Sin embargo, Azzolina asegura que le atacan "porque soy mujer y joven, creen que no estoy preparada, pero tengo dos grados y varias especializaciones. Así que ahora digo basta: iré a la televisión y explicaré cómo reabriremos las escuelas en septiembre", así lo ha declarado a El Corriere della Sera.

La ministra ha resaltado que "no siempre se puede decir que no a todo", asegurando que toda innovación "necesita coraje". 

El acuerdo se firmó finalmente este jueves por la mañana por los sindicatos y el Ministerio de Educación, tras una complicada negociación. Azzolina anunció la firma en su cuenta de Facebook y añadió que "no fue un resultado fácil, pero lo conseguimos".

Al Ministero abbiamo appena dato il via libera al Protocollo di sicurezza per la ripresa di settembre. Un accordo...

Publicada por Lucia Azzolina en Miércoles, 5 de agosto de 2020

En la publicación de la ministra se puede ver cómo subraya una de las medidas, la 'mesa de ayuda'. Se trata de un servicio dedicado a prestar información vía web o teléfono que comienza el 24 de agosto y tendrá la finalidad de recabar todas las consultas e informes sobre cómo se han de aplicar las medidas de seguridad, ofreciendo soporte si fuese necesario.

"Demuestra que no queremos dejarlos solos, que estaremos a su lado en todo momento, apoyándolos en caso de dificultad, como ya lo hemos hecho durante los Exámenes de Estado", escribió Azzolina en su post.

Si bien las clases serán presenciales, el protocolo contempla la opción virtual como alternativa válida. En el aula se debe respetar en todo momento la distancia social de al menos un metro entre las caras, lo cual supondrá una remodelación y ampliación de ciertos lugares, y nuevos horarios de entrada y salida. Como es lógico, el uso de mascarilla será totalmente obligatorio en todos los espacios.

Para evitar aglomeraciones y lograr la menor coincidencia posible de alumnos, el protocolo decreta escalonar los horarios de entrada y salida a las aulas y al centro educativo. Si fuese posible, se usarán accesos generales alternos para mayor seguridad. En cuanto a limpieza, se establecerá un horario estricto que debe incluir al menos: lugares de trabajo y aulas, gimnasios, áreas comunes, las áreas de refrescos y cantinas, aseos y vestuarios, equipos y puestos de trabajo o laboratorio, material didáctico y lúdico, y superficies comunes con alta frecuencia de contacto (por ejemplo, paneles de botones, pasamanos).

Según apunta El Corriere della Sera, el director o directora de cada centro tendrá la nueva función de monitorear, regular y gestionar los posibles nuevos casos que puedan aparecer. Las personas que tengan síntomas deberán reportarlo inmediatamente y el protocolo les obligará a permanecer en casa si temperatura es superior a 37.5° o tiene otros síntomas similares a los de la enfermedad. También se prohibirá la entrada al centro a las personas que provengan de áreas de riesgo o hayan tenido contacto con infectados. Será mandatorio también consultar a un médico en todos los casos anteriores. Aunque el protocolo aún no establece pautas para comprender cómo gestionar una posible cuarentena de la clase, sí se sabe que las autoridades sanitarias trabajarán mano a mano con las educativas para garantizar la mayor rapidez y eficacia.

El Gobierno italiano ha querido remarcar que son conscientes de que una situación de pandemia que modifica el estilo de vida habitual puede producir problemas emocionales o de carácter psicológico. Por ello, el protocolo incluye 'pupitres de escucha' y canales de comunicación escuela-familias para solventar situaciones de inseguridad, estrés, ansiedad por excesiva responsabilidad, miedo al contagio, regreso al trabajo en "presencia", dificultad para concentrarse, o sobre el aislamiento vivido .

En el post de Facebook, la ministra Azzolina adelanta que "como gobierno, prometimos encontrar los recursos para la recuperación y lo hicimos: destinaremos 2.900 millones de euros y también estamos poniendo fondos para que las autoridades locales puedan alquilar el espacio necesario para impartir clase".

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