jueves. 25.04.2024

El Coronavirus nos lleva en ocasiones a situaciones inimaginables para el ser humano antes de esta pandemia. Proteger a cualquier ser querido o persona cercana de los contagios se ha vuelto la principal prioridad de la sanidad en los últimos meses, hasta el punto de llegar a medidas tan drásticas pero necesarias como en el caso de Oksana. Separándola de su hijo recién nacido al tener Covid.

Oksana era una mujer rusa embarazada que ingresó al hospital con mucha fiebre y síntomas que finalmente los médicos detectaron como Coronavirus, tras una exploración que vislumbraba unos daños graves en los pulmones de la paciente. "Los indicadores eran críticos, consultamos a distintos médicos de la ciudad y todos dijeron lo mismo...que probablemente no se podría hacer nada porque con eso niveles la gente no sobrevive" señaló la doctora que se encargó de atender en primer lugar de urgencia a Oksana.

Por desgracia, se trataba de una situación compleja en la que ninguna embarazada desearía estar, ya que la situación del bebé corría peligro al no recibir el suficiente oxígeno necesario por parte de su madre. No se podía esperar más, había que actuar o la tragedia podría suceder, perdiendo no solo la vida de una mujer, sino también de su bebé. La madre estaba muy asustada, e "intentaba reprimir sus emociones negativas" hasta que finalmente "ingresé en el hospital. Los médicos se pusieron manos a la obra urgentemente y fueron rápidos y precisos, me realizaron  las pruebas pertinentes, se me administró el tratamiento contra el Covid. Poco más tarde, los médicos me hicieron la cesárea y nació mi bebé", narra emocionada Oksana después de tan dura experiencia.

Uno de los pasos más difíciles estaba ya realizado, el bebé nació y se encontraba estable, pero, para Oksana el camino de recuperación fue aún más largo y peleado. Para una madre no hay nada más importante en el mundo que sus hijos, y más si acababa de nacer, la imagen mental del bebé permanecía en la mente de Oksana que día tras día luchaba por sobrevivir en la Unidad de Cuidados Intensivos. Y como no hay fuerza más fuerte que el amore de una madre por su hijo, tras 51 largos y duros días de lucha y recuperación, Oksana pudo reencontrarse, por primera vez con su hijo, en lo que muchos catalogan de intervención milagrosa.

Rusia es ya el cuarto país del mundo con más casos de Coronavirus, casos con nombres y apellidos como el de Oksana y su bebé. Algunos de esos casos por desgracia, no tienen un final tan dulce. Por ello el gobierno inició el análisis de "Sputnik Light", una vacuna del Coronavirus en una sola dosis destinada a frenar más rápidamente el estallido de nuevas pandemias y los altos índices de mortalidad que las vacunas de Pfizer y Moderna. Según informó el Centro Gamaleya, 150 voluntarios participarán en los primeros análisis de "Sputnik Light" en tres laboratorios de Moscú y San Petersburgo.

Pues la ciencia continua trabajando para que más personas como Oksana y su bebé puedan disfrutar del bonito regalo que es la vida. Si la vacuna que consigan en Rusia o en el resto del mundo es igual de fuerte que el amor de una madre, pueden tener por seguro, que el virus desaparecería en menos de un mes a lo largo del planeta. 

Oksana, la mamá rusa con Covid que ha conocido a su bebé 51 días después de dar a luz