miércoles. 24.04.2024

El pasado fin de semana fueron detenidos dos militantes del Partido Popular de Baleares por un presunto delito de maltrato animal tras torturar hasta la muerte a un gato en Manacor.

El suceso ha hecho que el partido expulse definitivamente a los hombres de su militancia si se confirman los hechos que se les imputan. Los hombres son acusados por atar, sacar los ojos y pegar al animal hasta acabar con su vida.

En una nota emitida por el PP, ha manifestado su indignación por los hechos, y solo desean una “firme condena” por una actuación que han calificado de “repugnante y despreciable”.

A su vez el presidente de la formación Biel Company ha compartido en redes sociales un mensaje en el que indica “No consentiremos en el PP Baleares actitudes incívicas y de maltrato animal por lo que los dos acusados de matar a un gato en Manacor que fueron en listas de nuestro partido quedan suspendidos de militancia a la espera del juicio”.

El incidente ocurrió la madrugada del pasado sábado cuando varios vecinos escucharon aullidos del animal, quienes alertaron a cuatro jóvenes ataban al gato y lo agredían hasta dejarlo sin vida.

La policía ha destacado que uno de los jóvenes comenzó a meterle el dedo en los ojos del animal, consiguiendo así sacarlos de su cuenca, posteriormente dejaron al gato en medio de la vía pública, y un vecino lo metió en un contenedor.

Por otra parte, varios activistas animalistas han lanzado una campaña de firmas en la plataforma Change.org para reclamar justicia para Grisito, el gato maltratado. Con las firmas recogidas exigirán una revisión del Código Penal para que “la cruel muerte de Grisito no quede impune”, además de campañas de concienciación efectivas, según recoge la plataforma.

La campaña ya supera las 2000 firmas, y la petición está dirigida a la Dirección General de Derechos de Animales, a el Ministerio de Sanidad y al gobierno. Además han convocado el próximo 5 de septiembre una protesta en la Plaza Ramón Llull de Manacor para que los autores de la tortura paguen las consecuencias.

El PP suspende la militancia de los cuatro jóvenes que torturaron a un gato