jueves. 28.03.2024

Nico es un niño de 4 años con una sonrisa que ilumina al mundo y que desde que nació, era muy bueno, nunca había dado problema alguno a sus padres. Pero al cumplir los 9 meses de edad las cosas comenzaron a complicarse y ponerse menos bonitas para la infancia del niño. Iba perdiendo tono muscular y desaprendiendo habilidades que había adquirido en el poco tiempo que llevaba con nosotros. "Ves como tu hijo deja de andar, de moverse, de comunicarse. Cómo va perdiendo poco a poco todas sus habilidades y capacidades" cuenta Carlos, su padre.

Casi tres años más tarde, al joven Nico le diagnosticaron Distrofia Neuroaxonal infantil, una de estas enfermedades duras tanto para el hijo como para sus padres. Una patología neurodegenerativa cuya evolución es difícil y solo deja un margen de esperanza de vida al afectado de 2 a 10 años. La padecen alrededor de 200 niños en el mundo, es una enfermedad muy poco común, pero que por desgracia le ha tocado a Nico padecer.

Para más inri, la situación de cierre perimetral del país también ha afectado a la historia del pequeño, pues su madre, Rebeca, es neozelandesa y la distancia hace las cosas mucho más duras y dramáticas. Hace unos días se lanzó en redes sociales una campaña solidaria para recaudar fondos para la única Fundación INDAcure que existe en en el mundo y está en Estados Unidos, para que al menos Nico pueda disfrutar de unos 10 años más de vida, o quién sabe si algo más. Un grito de ayuda que “quizás no llegue a tiempo para Nico, pero que puede ayudar a otros pequeños”. De momento, han recaudado ya unos 50000 dólares.

La llamada desesperada de los padres del pequeño Nico, de 4 años, para salvar su vida