sábado. 20.04.2024

Aforo y tiempo de permanencia limitados, sin aseos o en unas condiciones muy estrictas, sin colchonetas y sin tragar agua. Estas son algunas de las normas que regirán en las playas andaluzas este verano y que el Ejecutivo regional ha plasmado en un decálogo de recomendaciones publicado de forma extraordinaria este pasado lunes en el Boletín Oficial de la Junta de Andalucía (BOJA).

El propio vicepresidente y consejero de Turismo, Juan Marín, manifestó este martes que "nos tenemos que acostumbrar a otra forma, al menos al principio, de ir a las playas". Y no dejó pasar la oportunidad para hacer un llamamiento a la "responsabilidad" y a la "prudencia" de los ciudadanos para cumplir los protocolos de seguridad sanitaria establecidos.

La pregunta que aún sigue en el aire es cuándo se producirá finalmente la reapertura de las zonas de baño en la comunidad. El Gobierno andaluz pidió inicialmente que estas pudiesen estar operativas a partir del próximo 25 de mayo, pero los planes han cambiado. Ya hace unos días, el propio Marín apuntaba al mes de junio. Y este mismo martes confirmó que la "inmensa mayoría" de los municipios costeros, cuyos ayuntamientos tendrán en última instancia la competencia para decidir, no abrirán hasta el 15 de junio como pronto.

Son precisamente los consistorios, con quienes la Junta está manteniendo diferentes encuentros para organizar la temporada, los que "tienen que elaborar y aprobar unos planes de playas para saber en qué condiciones van a abrirlas". Pero el Ejecutivo autonómico se ha adelantado con una serie de recomendaciones ante la "amenaza" que supone el coronavirus "para la salud y la seguridad de las personas usuarias de las playas". Así arranca el boletín extraordinario publicado por el Gobierno andaluz, en el que se habla de una "selección no exhaustiva de medidas" que "deben ser implantadas" y "complementadas" por las autoridades locales.

Las recomendaciones apuntan al establecimiento de un aforo máximo para evitar las aglomeraciones, teniendo en cuenta también las previsiones de bajamar y pleamar. Para asegurar la distancia mínima de seguridad de dos metros, la Junta aconseja una distribución espacial mediante señales en la arena que delimiten el espacio, de manera que los usuarios mantenga sus objetos personales dentro de ese "perímetro de seguridad".

Se pide también establecer horarios de apertura y cierre de las playas y, siempre que sea posible, habilitar unos accesos para la entrada y otros diferentes para la salida, para garantizar así la distancia de seguridad. El decálogo pide también "espacios de sombra" para las personas que tengan que esperar a que la playa se vacíe para poder acceder a ella.

La Junta recomienda también que los usuarios se duchen antes de ir a la playa y al llegar a la misma. Y que permanezcan en ella "no más de cuatro horas en horario de mañana o tarde" para evitar las aglomeraciones. Igualmente, se apela a una visita "planificada", con ropa y accesorios de baño limpios y una toalla por persona, manteniendo la higiene de manos, evitando tocarse las manos, la nariz y la boca y "sin tragar agua". Además, se pide a quienes acudan a las zonas de baño que lleven bolsas para guardar los residuos sólidos, asegurándose de cerrarlas adecuadamente y de depositarlas en las papeleras y contenedores.

Elementos como las colchonetas y otros "útiles flotantes" estarán prohibidos, así como la práctica de actividades deportivas profesionales o de recreo, excepto aquellas que se puedan desarrollar de forma individual y sin contacto físico.

No se recomienda tampoco la instalación de vestuarios y duchas, y en caso de que estas últimas estén ya colocadas, no se podrán utilizar. Tampoco los aseos, salvo en supuestos "estrictamente necesarios", y siempre que estos cumplan una serie de requisitos. Entre ellos, tendrán que disponer siempre que sea posible de un mecanismo que permita entrar y salir sin utilizar las manos; también de geles hidroalcohólicos en la entrada; jabón y papel desechable con papeleras a pedal y bolsa en su interior; no se podrá entrar descalzos; se accederá de uno en uno; se ventilarán frecuentemente; y se limpiarán y desinfectarán, al menos, tres veces al día.

Sí estarán permitidas las instalaciones de alquiler de sombrillas y hamacas, pero siempre que se pueda mantener la distancia de seguridad entre ellas, con desinfección cada vez que sean utilizadas y antes de volverlas a alquilar y con recomendación de reserva previa y pago telemático. Todas estas medidas serán también de aplicación en el caso de los hidropedales.

Por último, la Junta aconseja que al personal de seguridad de las playas cuente con formación específica en prevención del coronavirus. Y adjudica a los socorristas las labores de supervisión y control para que las personas que acudan a la playa cumplan correctamente con todas las medidas establecidas.

Andalucía cuenta con un millar de kilómetros de litoral, lo que puede dificultar la implantación y, sobre todo, el control de los aforos máximos permitidos en las diferentes playas de la comunidad. No en vano, el alcalde de Barbate (Cádiz), Miguel Molina, ya anunció hace unos días que no limitará los aforos, ni entradas ni salidas en las playas de la localidad. El regidor trasladó a la Junta la imposibilidad de dar cobertura legal por parte de la Policía Local a los más de 25 kilómetros de costa con los que cuenta el municipio, por lo que el establecimiento de aforos podría suponer "un problema de orden público".

Además, recordó que, a pesar de contar con una agrupación de Protección Civil "que está realizando un gran servicio", los voluntarios "no deben de exponerse en estas labores, ya que no tienen potestad sancionadora".

A la espera de los diferentes planes de contingencia que elaboren los municipios costeros de Andalucía, ayuntamientos como el de Tarifa ya han dado algunos pasos. El Consistorio se encuentra en conversaciones con la empresa Spectacular-T Eventos y Producciones para ofrecer en la localidad los servicios de la aplicación Mi playa segura. Se trata de una herramienta con la que los usuarios podrán chequear el estado de todas las playas del pueblo, y evitar así desplazamientos innecesarios, eligiendo cómodamente la mejor opción, sin aglomeraciones.

Cuatro horas máximo, ir duchados desde casa y "sin tragar agua": algunas de las normas...