A la naturaleza es imposible combatirla, al menos de momento. No existe un método eficaz para evitar que se produzcan terremotos, tsunamis... ni huracanes.
Cuando el huracán Dorian irrumpió en la costa este de EE UU entre agosto y septiembre de este año, ya se preveía que habría pérdidas inmensas, tanto económicas como humanas e incluso del ganado. Y ha sido este último el que ha protagonizado una historia sumamente peculiar, a la par que inesperada.
Tres vacas, aparentemente, fueron arrastradas por el mar; sus dueños llegaron incluso a asumir que habían perecido durante el desastre. Pero lograron resistir y terminaron salvando su vida pese a las difíciles situaciones en que se encontraban.
Y, semanas después de todo lo que ocurrió, estas tres vacas fueron localizadas en el Parque Cape Lookout, ubicada en la misma Carolina del Norte, a la que posiblemente llegaron después de nadar ocho kilómetros, según indica la BBC.
Así se ha podido observar que, a pesar de las grandes dificultades, todos, e incluidos los animales, llevan en su interior un gran instinto de supervivencia.
