jueves. 25.04.2024

El coronavirus SARS-CoV-2 se infiltra principalmente a través de las mucosas nasales u orales, en comparación con la baja penetración a través de la piel. La investigadora del IQAC-CSIC, Maria Luisa Cordech Negra, ha señalizado: “El proyecto busca utilizar estas propiedades de mayor impermeabilidad de la piel para reforzar la mucosa, aumentar su efecto barrera y disminuir su permeabilidad para rebajar o evitar la penetración del virus".

El estudio tiene como objetivo el desarrollo aerosoles que ‘imiten’ en su composición química y estructural a los lípidos de la piel, ya que estos últimos son más impermeables al coronavirus. De este modo, se formarían estructuras lipídicas en las mucosas más reforzadas que podrían impedir la penetración del virus.

Esta innovación no proporcionaría una protección completa, pero la disminución de la permeabilidad podría evitar parcialmente la penetración del virus a nivel sistémico y así proteger a las personas en general y, en particular, al personal sanitario.

Las barreras de la piel y las mucosas

El estrato córneo de la piel es la capa más externa de la epidermis y está formado por unas veinte subcapas de células muertas y aplanadas, los corneocitos, que constituyen una estructura de empaquetamiento. Entre estos existen unas bicapas lipídicas perfectamente estructuradas compuestas por lípidos que contribuyen a crear una barrera protectora prácticamente infranqueable (ceramidas, ácidos grasos y colesterol). Esta capa se vuelve permeable solo en caso de heridas, quemaduras o enfermedades cutáneas.

Sin embargo, las mucosas, las barreras que cubren la boca, faringe, bronquios, pulmones y sistema digestivo, son mucho más permeables a las infecciones. “Las mucosas están abiertas al mundo exterior y por eso disponen de mecanismos frente a los microbios, como la presencia de enzimas en la saliva, o los cilios de nuestros bronquios, que son como pequeños pelos diminutos capaces de filtrar el aire que respiramos. Pero estos mecanismos son insuficientes frente a un virus como el SARS-Cov-2”, explica la investigadora del CSIC.

“El impacto potencial sería enorme si toda la población pudiera protegerse a través de la mucosa nasal del SARS-CoV-2, incluso aunque fuera parcialmente. Hoy en día, la única protección contra la infección de la Covid-19 se basa en el uso de mascarillas. No sabemos en qué medida podría reducirse la permeabilidad, pero siempre proporcionaría protección adicional a la mascarilla”, concluye Coderch.

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