El gobierno francés toma las riendas en la crisis del coronavirus y ha decidido poner freno a los abusos o al desabastecimiento de dos de los productos más demandados tras el brote de COVID-19: los geles desinfectantes y las masacarillas.
El ejecutivo va a controlar por ley el precio de los geles desinfectantes, los geles hidroalcohólicos, que no podrán costar más de tres euros.
Según el Ministro de Economía, Bruno Le Maire, hay actualmente "una falta de disponibilidad de estos productos" a pesar de que no son imprescindibles ya que asegura el ministro " lavarse las manos con jabón, es igual de eficaz". También ha reconocido el ministro galo que se han detectado "casos aislados" en los que se estaban cobrando precios "desorbitados".
A partir de ahora, los franceses necesitarán además receta médica para adquirir una mascarilla en el caso de ser una persona sana. Ha publicado un decreto para requisar todos los stocks de mascarillas y así dar prioridad a que haya existencias allí donde se necesitan; en hospitales, para enfermos y profesionales que sufren el COVID-19 o cualquier otras enfermedad en que la necesiten.
En la última semana, era imposible ya encontrar mascarillas o geles desinfectantes en las farmacias y han empezado a registrarse los primeros robos en centros médicos y hospitales.Francia registra ya más de 400 casos positivos y el gobierno de Emmanuel Macron ha decidido activar la fase tres, o "etapa epidémica" en el que el ejecutivo habla oficialmente de una epidemia. Según el Ministerio de Salud estima que esta fase puede durar entre ocho y doce semanas. Prevé la movilización de médicos y enfermeras y adecuar hospitales aunque la atención a pacientes no graves se sigue haciendo de forma ambulatoria.
