jueves. 18.04.2024

Un programa de practicas cancelado se convirtió en una gran oportunidad para que una joven ayudara a todo un estado.

Hace unos meses, Lia Rubel de 18 años, estudiante de la Universidad de Emory, se estaba preparando para un verano que fue arruinado por el Covid 19.

“Después de recibir innumerables correos electrónicos sobre prácticas canceladas, había llegado a la conclusión de que pasaría el verano sin hacer nada", dijo Rubel desde su casa en Barre, una ciudad en Vermont de unos 10.000 habitantes.

Fue entonces cuando recibió una llamada de un amigo sobre una nueva iniciativa organizada por algunos estudiantes de la Universidad de Yale que vieron una gran oportunidad. Una necesidad que se convirtió en urgente durante el coronavirus para las personas que aún necesitaban atención médica, pero no podían abandonar sus hogares por temor a propagar o contraer el virus, especialmente las personas mayores, que son las más vulnerables.

Por ello en marzo nació Telehealth Access for Seniors o Acceso a Telesalud para Personas Mayores, se trata de obtener comunicación mediante un teléfono inteligente o una tableta, para pacientes de edad avanzada que carecen y la necesitan.

"Es más que un simple dispositivo. Es una herramienta de conectividad vital y que podría salvar la vida de alguien ", comenta la joven, la cual se unió a la iniciativa en marzo como líder de Vermont. “Me dolió el corazón que no tengan ese privilegio y que no puedan conectarse con amigos y familiares. Ni siquiera pueden conectarse con sus médicos ".

Este dispositivo fue creado en la década de 1960 como parte de la misión de la NASA al enviar hombres a la luna, allí también podrían necesitar atención médica. Desde entonces, las opciones de telesalud han resurgido en la era de la conectividad de alta velocidad y dispositivos ubicuos con pantallas. En 2002, un ex cirujano e ingeniero de la NASA fundó Teledoc, que se convirtió en la primera compañía nacional de salud a distancia en 2005 y en 2015, la primera instalación médica totalmente dedicada a la telesalud se abrió en Chesterfield, Missouri.

Aunque hay muchas personas que no tienen acceso a estos servicios por falta de tecnología, y el problema se incrementa en Vermont, donde aproximadamente el 19 por ciento de la población tiene más de 65 años (frente al 15 por ciento para el resto de los EE. UU.) Y donde el 10 por ciento de los residentes no tienen acceso a banda ancha, pero sí tienen acceso al servicio celular.

Desde marzo, Telehealth Access for Seniors se ha expandido a más de 50 voluntarios en 26 estados y han recaudado un estimado de más de 32.000 euros y donado 825 dispositivos, dice Rubel. Solo en Vermont, Rubel ha ayudado a recoger alrededor de 50 dispositivos con una recaudación de alrededor de unos 700 euros.

“Si los más mayores todavía se encuentran en cuarentena, es realmente importante la salud mental", apunta Rubel. “Incluimos con los dispositivos algunas sugerencias para descargar aplicaciones de bienestar. Además, los pacientes usan FaceTime para mantenerse conectados con la familia”.

Simplemente proporcionar un método para que una persona mayor tenga una conversación “cara a cara” con un ser querido durante el aislamiento te salva la vida. Pues sentirse conduce a un aumento del 26 por ciento en la tasa de mortalidad, según un reciente estudio en 3,4 millones de personas.

Telehealth Access for Seniors ofrece un equipo de soporte técnico gratuito por teléfono y correo electrónico para que siempre haya ayuda disponible. La organización también proporciona instrucciones sobre cómo configurar dispositivos.

"La pandemia nos ha abierto los ojos sobre la importancia de tener herramientas digitales y la importancia de equipar a nuestros adultos mayores con estos dispositivos", termina explicando la joven.

Lia, la estudiante que transformó su verano arruinado en una forma de ayudar a personas...