sábado. 20.04.2024

La negociación sobre el fondo europeo para responder a los efectos que ha provocado la covid-19 en la Unión Europea se presenta muy compleja. Los líderes europeos se reunirán el próximo 17 y 18 de julio en un Consejo Europeo extraordinario para debatir la adopción de dicha medida. No obstante, el presidente del gobierno español, Pedro Sánchez, ha decidido reunirse en la última semana con dos de los líderes europeos más reticentes con el plan presentado por la Comisión Europea que comprende ayudas por valor de 750.000 millones, de los cuales 500.000 millones se repartirían en transferencias y el resto en préstamos.

Esta mañana, el líder español se ha reunido con su homóloga sueco, Stefan Löfven, para tratar de resolver esos obstáculos. Tras la reunión, en una comparecencia conjunta, han mostrado su disposición a llegar a un acuerdo, pero han mostrado sus diferencias. El primer obstáculo ha sido mencionado por el propio Löfven, asegurando que estas ayudas únicamente deberían ser en forma de préstamos, línea roja para países como España o Italia, los países más afectados por la pandemia. 

Sánchez ha pedido que la recuperación se inicie lo antes posible, ya que su retraso únicamente lo que va a provocar es un agravamiento de la crisis que se cierne sobre los europeos. Para garantizar a los socios europeos el compromiso español, ha puesto en valor las reformas "difíciles" llevadas a cabo por España en el pasado, así como las más recientes que muestran el compromiso español con una economía más verde y digitalizada.

La tónica general de la comparecencia ofrecida ha sido la de debatir y, principalmente, lanzar un mensaje de que los socios europeos tendrán que ceder posiciones para poder lograr un acuerdo -posición ratificada por ambos mandatarios- en julio. 

España y Suecia muestran sus diferencias y ratifican la necesidad de "renuncias" para...