Con estos datos, la sanidad española se sitúa un año más en la cima de los mejores sistemas sanitarios del mundo, por encima de la media de los países europeos y norteamericanos.
Este estudio mide la competitividad de los países en base a 12 pilares, siendo la sanidad uno de ellos. De este modo, se tienen en cuenta otros aspectos como el desarrollo de la instituciones, la calidad de las infraestructuras, la estabilidad macroeconómica, el sistema financiero o la innovación.
Teniendo en cuenta todos estos aspectos, España se sitúa, en términos generales, como el 23 país más competitivo del planeta, superando a estados como Irlanda, Emiratos Árabes Unidos, China, Italia, Portugal o Brasil.
Además de la sanidad y la esperanza de vida, España también destaca infraestructuras y la estabilidad macroeconómica. Mientras, el sistema financiero español logra colocarse en el puesto 26, mientras que en cuanto al dinamismo del mercado España aparece en la posición 34.