viernes. 29.03.2024

#NoSonBuenasNoticias

En 2013, la enfermera del Hospital Wrexham Maelor, Catherine Jones, se sometió a una intervención quirúrgica para eliminar un quiste de ovario en el mismo hospital de Gales en el que trabajaba.

Sin embargo, y aunque los médicos que la operaron aseguraron que el procedimiento se realizó de manera correcta, la realidad fue que el quiste permaneció, generando un posible cáncer con el tiempo.

En 2016, Catherine tuvo que volver a quirófano de urgencia porque el cáncer de ovario se encontraba en un estado muy extendido. Tras la intervención, por la cual se le extirpó el útero a la enfermera, los médicos le volvieron a informar que se había librado de la enfermedad.

Más lejos de la realidad, Catherine Jones murió de cáncer unos meses más tarde. Su marido, David, no ha parado desde entonces de investigar las causas que llevaron a su mujer al fallecimiento, acusando al hospital de negligencia de forma reiterada.

Finalmente, el hospital ha aceptado las acusaciones de David por negligencia en el caso de Catherine Jones.

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