La visión empresarial de Juan Arrabal, dueño de una constructora y Manuel López, propietario de un hotel, les llevó en pocos días a montar una empresa que diese respuesta a la alta demanda de material de protección para sanitarios y sectores que se reincorporan a la actividad. Así crearon Texmasa, una empresa textil que ha comenzado desde cero y en la que emplean a más de 30 personas que estaban pasando por una situación económica cada vez más complicada. Ahora el trabajo es incesante y los pedidos no dejan de llegar.
En cuanto a la contratación de los trabajadores, ambos gerentes tuvieron en cuenta las necesidades de la población más vulnerable ante la crisis económica, dando una nueva oportunidad a parados de larga duración con más de 45 años.
La joven empresa ya cuenta con tres líneas de producción que proveen de material de protección a varias empresas nacionales, entre ellas un laboratorio de Valencia que ya ya ha encargado dos millones de mascarillas.
En apenas unas semanas de funcionamiento han recibido miles de pedidos y han traspasado fronteras, llegando hasta Luxemburgo.
Ambos empresarios procedentes de sectores afectados por la crisis, como lo han sido la construcción y la hostelería, han visto así una salida a la crisis en medio del caos provocado por el coronavirus.
