viernes. 19.04.2024

Redacción. Los investigadores han identificado posibles factores de riesgo ambiental y nuevos objetivos para tratar una forma agresiva de cáncer de mama, según los nuevos datos presentados en la conferencia anual de la Society for Endocrinology, en Brighton (Reino Unido).

El estudio sugiere que la exposición a productos químicos comunes en nuestro entorno cotidiano puede aumentar el riesgo de desarrollar un tipo de cáncer de mama difícil de tratar y destaca las estrategias para un nuevo tratamiento con terapia combinada.

El cáncer de mama triple negativo es una forma agresiva que afecta particularmente a las personas más jóvenes y representa el 10-20 por ciento de todos los diagnósticos de cáncer de mama. Aunque es curable si se detecta temprano, es resistente a los tratamientos hormonales y a las nuevas terapias "dirigidas", utilizadas para tratar otros tipos de cáncer de mama.

Por lo tanto, se trata con cirugía, radioterapia y quimioterapia. Es necesario comprender mejor la biología de este tipo de cáncer, ayudar a desarrollar nuevas terapias para mejorar la supervivencia y la calidad de vida de los pacientes y también identificar cómo las personas pueden reducir su riesgo de desarrollar esta enfermedad.

Las terapias hormonales actuales utilizadas para tratar a las mujeres con otro tipo de cáncer de mama que es "receptor de hormonas positivo", se dirigen a los receptores de estrógeno y progesterona, dos de 48 receptores nucleares.

Sabemos que muchos receptores nucleares están alterados en el cáncer de mama y son a la vez impulsores potenciales de su desarrollo y posibles nuevos objetivos terapéuticos. Los receptores actúan como sensores ambientales, trabajando juntos para controlar diferentes aspectos de cómo funcionan las mamas y otros tejidos. Su actividad se ve alterada por factores ambientales, pero no se comprende bien cómo cambian los productos químicos ambientales la actividad de receptores nucleares, particularmente en el contexto del cáncer de mama triple negativo.

Laura Matthews y Chris Twelves, de la Universidad de Leeds, junto con la profesora Valerie Speirs de la Universidad de Aberdeen, dirigieron un estudio financiado por la organización benéfica Breast Cancer UK.

Analizaron toda la superfamilia de los receptores nucleares en muestras de diferentes tipos de cáncer de mama y de tejido mamario normal, para identificar alteraciones comunes en la actividad de estos receptores. Posteriormente compararon sus hallazgos con los de otros estudios para identificar los NR asociados específicamente con cáncer de mama triple negativo.

Esto les permitió predecir qué medicamentos o químicos ambientales tienen más probabilidades de generar los distintos perfiles de receptores asociados con el cáncer de mama triple negativo, desde desinfectantes, insecticidas y grasas dietéticas a contaminantes industriales.

Matthews explica que "identificar estas redes de receptores y las formas en que podrían controlarse en pacientes con triple negativo es realmente importante. Ahora estamos investigando cómo los químicos ambientales cambian el comportamiento de las células mamarias normales para que podamos entender cómo podrían impulsar el desarrollo del cáncer", añade.

"También estamos probando si el uso de combinaciones de medicamentos que se dirigen a múltiples receptores nucleares al mismo tiempo podría prevenir o ser un tratamiento efectivo para este tipo de cáncer –prosigue–. Nuestro objetivo es reducir la cantidad de personas que desarrollan cáncer de mama y guiar nuevas terapias, para que más personas puedan vivir más allá del cáncer".

Descubren que la exposición a químicos ambientales puede provocar un tipo de cáncer de...