Andrés Díaz, alcalde de un pequeño pueblo gallego, ha querido marcar la diferencia con sus acciones y sumarse a la lucha contra el coranavirus durante el estado de alarma.
El alcalde de Ponte Caldelas, en Pontevedra, se ha ofrecido a comprar medicinas y alimentación a las personas mayores que habitan en el municipio. A bordo de uno de los vehículos municipales, una furgoneta, recorre las calles de la localidad para ayudar a los más vulnerables y no dejarles de lado.
Andrés tenía experiencia como Casco Azul de la ONU y ha utilizado estas vivencias del Ejército Español y la misión de paz que efectuó en Bosnia para lanzarse a la calle y asistir a quienes lo necesiten.
Con todos los trabajadores municipales encargándose de la desinfección de los espacios públicos, el alcalde muestra su fortaleza e unión con los habitantes del pueblo, recogiendo la lista de la compra o la cartilla sanitaria de los mayores, ya habiten dentro o fuera del núcleo urbano, y gestionando sus necesidades básicas a las que no tienen acceso por ser población de riesgo.