Muchos conocen que el ex presidente de la Generalitat, Alberto Fabra, se recuperó del coronavirus tras pasar por la UCI, pero son pocos los que conocen su verdadera historia y lo dura que ha sido esta enfermedad para Fabra.
Alberto Fabra todavía tiene la voz tomada, debido a la intubación, que le afecta a una cuerda vocal, la recuperación total será lenta. Fabra espera hacer vida normal a partir de este viernes, ya que las últimas pruebas y analíticas han sido positivas para su salud.
A pesar de tener anticuerpos y no poder contagiar ni volver a ser contagiado, el ex presidente ha preferido mantenerse alejado de la vida pública. Ha comunicado que la COVID-19 le causó neumonía bilateral y conlleva un tiempo de dos meses para recuperarse del todo.
Cuando Fabra se contagió de COVID-19 decidió hacer cuarentena en su casa, ya que los hospitales estaban saturados y no era paciente de riesgo. En cambio, él mismo explica que "si no llego a ir al hospital me muero", puesto que el coronavirus le provocó una neumonía bilateral que era necesaria tratar.
Tuvieron que intubar, al actual senador del PP, y tuvo que permanecer un mes en la UCI, admite que cuando salió "prácticamente no podía andar", ya que sus músculos se habían debilitado. En la actualidad ya ha recuperado su forma física.
"La gente no es consciente de en lo que puede derivar la enfermedad. Pensamos que sólo afecta a personas mayores o con patologías y mi caso demuestra que no es así”, ha explicado Fabra, y añade que “ahora no hay muertos ni los hospitales colapsados, pero hago un llamamiento a los jóvenes a que vayan con cuidado, ya no sólo porque se contagien ellos, sino porque pueden ser portadores y contagiar a personas de riesgo".
