miércoles. 17.04.2024

133 años de prisión, cuatro meses y cinco días, es la resolución final de La Audiencia Nacional que considera a Montano autor de cinco delitos de asesinato de carácter terrorista. Se le atribuyen también los asesinatos del otro jesuita, de la cocinera de la universidad y de su hija de 15 años, delitos por los cuales no pueden condenarle ya que no ha sido extraditado por EE.UU. 

El tribunal ha establecido un máximo de 30 años de cumplimiento efectivo de la condena, un período al que habrá que restarle el tiempo que lleva en prisión provisional, desde 2017.

Dicen los magistrados que los ocho asesinatos "fueron urdidos, planeados, acordados y ordenados por los miembros del alto mando de las Fuerzas Armadas, órgano al que pertenecía Inocente Orlando como viceministro de la Seguridad Pública", quien participó en la decisión por la cual se "transmitió la orden de realizar las ejecuciones al coronel director de la Escuela Militar", Guillermo Benavides, un mando medio que es el único condenado en El Salvador.

No obstante, la Sala va más allá al considerar acreditado que en la masacre participó un grupo violento y estable compuesto por el entonces presidente de la República, Alfredo Cristiani; miembros de la Tandona, la promoción de oficiales que ocupaba las más altas estructuras del poder en el Salvador, así como otros altos cargos. Todos ellos utilizaron la violencia y cometieron graves delitos, que causaron alarma y alteraron gravemente la paz y la convivencia ciudadana "con el fin de perpetuar sus privilegiadas posiciones".

Ellos, continúa, "cometieron los asesinatos después de intentar hacer creer a la opinión pública que tanto Ignacio Ellacuría como el resto de sacerdotes pertenecían al liderazgo intelectual del Frente para la Liberación Nacional Farabundo Martí, generando la falsa afirmación de la existencia de un enemigo infiltrado en las estructuras de las sociedad, que actuaban como agentes de una confabulación socialista-comunista".

En su declaración, el militar, de 76 años, se desvinculó de los hechos. Aseguró que no vulneraron "las leyes": "Fuimos cumplidores de los mandatos, no ejercimos acciones terroristas". “Yo no tenía nada en contra de los jesuitas. El licenciado Ellacuría era una de las personas más allegadas al presidente (…). No se tenía una conciencia clara de que estuvieran participando con el FMLN, política ni militarmente. A pesar de que sí hubo fotografías de curas jesuitas metidos con los guerrilleros, como Jon Sobrino”, declaró Inocente Montano.

133 años de prisión para el acusado por los asesinatos de los jesuítas españoles