The Tiny Home Village en Albuquerque no es solo un lugar para que alguien duerma en un lugar que no sea la calle, sino que es también una terapia ocupacional para que las personas que no tienen hogar vuelvan a conectar con los valores y la responsabilidad.
Tiny Home Village (THV) espera que sus residentes estén mejor preparados para cuando salgan de la calle. Buscan el sentido de unidad para que la gente conecte de nuevo con el entorno.
El condado de Bernalillo, Nuevo México, firmó un contrato de arrendamiento de 30 años de una propiedad propiedad del Albuquerque Indian Center para construir una comunidad cerrada de aproximadamente 30 casas que tenían puertas que se bloquean y además controlan la temperatura para dar a los residentes una sensación de seguridad y permanencia como para que pudieran comenzar a cambiar su vida.
Los dos parecen iguales. Dentro del complejo hay 30 casas pintadas de diferentes colores, aunque todas con el mismo estilo: un escritorio, dos sillas, cama, armario…
En el centro del THV se encuentra la "Casa del Pueblo" donde los residentes pueden cocinar, lavar la ropa, ver televisión, socializar, usar Internet y acceder a una biblioteca.
"Estamos tratando de dar a los aldeanos algunas herramientas que los mantengan en muy buen lugar una vez que se muden", dijo Ilse Biel, gerente de recursos del THV de Albuquerque.
Biel añadió que la teoría está funcionando, y la comunidad está asumiendo la propiedad de las tareas diarias, así como las responsabilidades que conlleva eso.
