sábado. 20.04.2024

Las auxiliares de ayuda a domicilio de Huétor Tájar (Granada) se han convertido estas últimas semanas de pandemia en las mensajeras de unas cartas muy especiales para los abuelos que no tienen otra forma de contactar con el mundo exterior. Estas profesionales se encargan de que los ancianos envíen y reciban sus cartas, para que no pierdan el contacto entre ellos debido a las restricciones.

Esta es una buena forma para que los mayores puedan escribir mensajes desde sus domicilios a otros vecinos que hace mucho tiempo que no ven. “A ver si una tarde, cuando pase esto del virus, nos vemos como antes y nos tomamos un cafelillo, como en los viejos tiempos”, dice una de las participantes.

“Soy rubia, guapetona y de buen ver”, así se define esta vecina de 85 años en la carta que escribe a su amiga, por si ya no se acuerda de ella. En cambio, la mujer le contesta con una anécdota del pasado. “Mi niña iba todas las tardes con un vasito y se lo llenabas de leche recién ordeñada, aun se acuerda de ese detalle tan bonito que tenías con ella”, escribe, emocionada.

“Está siendo una experiencia muy emocionante, porque sirve para ayudar a nuestros mayores a mantener su mente activa”, dice Paqui Fernández, directora de los Servicios Sociales Comunitarios Huétor Tájar-Montefrío. Esta actividad, puesta en marcha por el Ayuntamiento, está ayudando a que estos vecinos puedan transmitir las palabras de agradecimiento que el covid no les dejo decir.

Paqui añade que “es tener una ventana abierta al exterior, en un año muy difícil en el que muchos de ellos apenas han salido a la calle”.

“Yo te sigo recordando, amiga, y por eso gracias a Dios y a estas auxiliares tan buenas nos vamos a poder ver, aunque sea por vídeo”, le escribe Paquita a su amiga, y es que la videollamada es el último paso de este contacto postal. Cuando el destinatario de la carta la recibe y la contesta, se organiza una videollamada a través de Whatsapp para que se vean, comprobar si se acuerdan de ellos y hablar del pasado.

La concejala de Bienestar Social de Huétor Tájar, Encarni Redondo destaca que “esto es especialmente útil en personas con algún tipo de deterioro cognitivo, como Alzheimer, y supone una experiencia con una fuerte carga emocional para nuestros usuarios”. Uno de los objetivos de esta idea es potenciar la autonomía de los usuarios de ayuda a domicilio y combatir el gran deterioro cognitivo, emocional y social que la pandemia ha provocado en ellos

“Pretendemos que estos mayores cambien el foco de sus pensamientos y sean más positivos, y así mejorar su estado de ánimo”, explican desde el Ayuntamiento.

"Yo te sigo recordando amiga": las cartas que se envían entre los abuelos de un pueblo...