El joven héroe de Calahorra tuvo que escalar casi 10 metros hasta el segundo piso para salvar a una vecina suya que tiene párkinson. Al ver cómo estaba la mujer colgando sobre la barandilla del segundo piso de un edificio comenzó a escalar para intentar salvarla.
Casualmente, Camilo fue ese día a visitar a su madre, quien tiene un negocio en los bajos del edificio. De pronto, los vecinos empezaron a alarmar que algo estaba ocurriendo en el edificio: una vecina estaba a punto de caer al suelo desde su terraza del segundo piso.
El joven, graduado en psicología, decidió colocar la furgoneta del negocio familiar justo debajo del balcón de la señora. Así, si a él no le daba tiempo a trepar hasta a ella y la mujer se precipitaba al vacío, amortiguaría más el golpe. Sin embargo, no hizo falta. Camilo subió con gran agilidad trepando por los balcones y consiguió evitar lo que hubiese sido una terrible desgracia.
