El Padre Alberto Hernández ha tenido que echar el cierre a la ermita de San Pío X en Todoque (La Palma) por la amenaza de ser sepultada por la lava, sacó corriendo todo lo que pudo. Los crucifijos y los cuadros ya están protegidos, el objetivo del cura ahora es poder buscar alojamiento a los vecinos que se han quedado sin casa.
“Son gente humilde, sencilla y trabajadora. Hay agricultores, artesanos y algunos funcionarios”, así lo ha explicado para Mediaset. “Muchos se han construido sus propias casas con sus manos”, y ahora no les queda nada, lo está arrasando todo este fenómeno de la naturaleza.
El Padre Alberto sigue en su búsqueda de alojamiento a sus antiguos feligreses “esto va para largo, para muchos meses”, por eso su intensiva búsqueda “hay que encontrarles un alojamiento. No pueden estar hacinados en casas de familiares y amigos”, así lo explicaba el religioso.
El Padre Alberto afirma estar sorprendido por la gran “ola de generosidad”. Asegura haber recibido llamada de muchas personas con casa en la isla “pero que viven fuera o la tienen alquilada para el turismo” y las han ofrecido a los afectado “sin pedir nada a cambio”.
Dos familias ya tienen casa
El Padre de Todoque además tiene tres parroquias más a su cargo, ha conseguido realojar a dos familias. Sigue intentando contactar con más vecinos para conocer sus necesidades. “Algunos están en shock. Saben que han perdido su casa. Otros viven en una incertidumbre y no pierden la esperanza de recuperar algo”, reconoce.
El Padre Alberto desde luego no pierde la calma, aunque tampoco la esperanza en el ser humano. “Esto saca lo mejor de nosotros mismos. La generosidad de la gente me tiene impresionado”.
