jueves. 18.04.2024

Cruz Roja ayudó el pasado año a superar los problemas de drogodependencia de 262 personas en Córdoba, 81 de las cuales recurrían a los servicios de la entidad por primera vez o retomaban el tratamiento tras una recaída. 

Y es que entre los efectos provocados por la pandemia se encuentra un “aumento en las recaídas de aquellas personas aquejadas de alguna adicción, sobre todo en aquellas con dependencia del alcohol que estaban en las primeras fases del tratamiento”, según explica Bartolomé Cañuelo, responsable del centro ambulatorio de drogodependencias que la institución humanitaria tiene en Córdoba.

Del total de usuarios atendidos en 2020, 154 fueron hombres y 108 mujeres, cifras que vuelven a dejar patente el paulatino aumento experimentado en los últimos años en demandas procedentes del sexo femenino.

Además, conviene destacar también que se ha producido un incremento en el consumo de determinadas sustancias, sobre todo de alcohol asociado a cocaína, y un empeoramiento del estado de ánimo y la situación personal de los pacientes.

“Ha habido un gran número de personas que se han quedado sin recursos para sobrevivir, puesto que tenían puestos de trabajo poco estables debido a sus adicciones. Y esto ha provocado un gran descontrol a nivel personal, un aumento en los niveles de depresión, más urgencias hospitalarias y una mayor agresividad en las consultas”, comenta el responsable del centro ambulatorio de drogodependencias de Cruz Roja. 

Dicho centro, en el que trabajan un médico, una psicóloga, una trabajadora social y un nutrido grupo de voluntarios y voluntarias, ofrece tratamiento integral ambulatorio a toxicómanos –empezando por la desintoxicación, pasando por la deshabituación y acabando con la integración social- y apoyo y asesoramiento de diverso tipo a sus familiares.

En el mismo se llevaron a cabo a lo largo de 2020 más de 6.400 intervenciones, entre la atención médica, la psicológica y la social prestada a los pacientes.

Los profesionales hacen un seguimiento médico y psicosocial, que contempla revisiones clínicas periódicas y terapias individuales y de grupo, así como diversos controles toxicológicos. De estos últimos se efectuaron durante el pasado año un total de 59 pruebas.

En cuanto a la tipología de los casos tratados, desde el servicio de drogodependencias de Cruz Roja distinguen cuatro grandes grupos, en función de la edad y tipo de consumo: de 18 a 28 años, poli-consumidores con predominio de cannabis asociado a alcohol, cocaína y drogas de diseño; de 29 a 40 años, franja de edad en la que hay un predominio de consumo alcohólico asociado a cocaína; mayores de 45 años, con el  alcohol como adicción mayoritaria; y mujeres, entre las que se sigue detectando un aumento de las demandas, sobre todo por problemas con el alcohol asociado a benzodiacepinas, cannabis y cocaína, y con una media de casi 10 años de tardanza en solicitar consulta desde que son conscientes del problema.

Más de 260 cordobeses con problemas de drogodependencia fueron ayudados por Cruz Roja...