jueves. 25.04.2024

Una de las imágenes que más esta circulando por las redes sociales y noticias es ni más ni menos que la de un guardia civil, agente del Grupo Especial de Actividades Subacuáticas destinado en Ceuta, salvando a un bebé de solo dos meses, de morir ahogado ya que cayó al agua. La imagen que fue difundida por la cuenta oficial de Twitter de la Guardia Civil, en ella se ve a este agente metido hasta la garganta en el agua y sosteniendo con sus brazos al bebé para tratar de alzarlo lo más posible alejado del agua.

La escena está acompañada por otras instantáneas en las que agentes del cuerpo sacan en brazos a menores, niños indefensos, empapados de agua, en algunos casos con la ayuda de los voluntarios y miembros de Cruz Roja.

Otra de las imágenes más viralizadas en redes de estos últimos acontecimientos, es la de un niño que se abraza a la militar que acudió a la orilla para poder socorrerlo y salir del agua. En el vídeo se ve como el niño abraza a la militar mientras continua llorando.

Según el Gobierno, unos 8.000 migrantes han entrado desde el lunes en Ceuta, por la frontera del Tarajal, bien a nado o bordeando la frontera con Marruecos. Unos 4.000 han sido devueltos al país. Muchos de los migrantes que han llegado son jóvenes MENAS, no olvidar que son menores no acompañados, en muchos casos, sus padres han fallecido durante el trayecto. 

Organizaciones humanitarias ya están denunciando esta situación, incluso el Departamento de Migraciones de la Conferencia Episcopal Española (CEE), les preocupa la situación que se está produciendo en Ceuta y Melilla, que han censurado la instrumentalización política de las "legítimas" aspiraciones de los migrantes.

"Apelando al valor supremo de la vida y la dignidad humana, recuerda que la desesperación y el empobrecimiento de muchas familias y menores no puede ni debe ser utilizado por ningún Estado para instrumentalizar con fines políticos, las legítimas aspiraciones de estas personas", asegura en un comunicado.

 

Las historias de solidaridad tienen cabida en Ceuta a pesar de la crisis migratoria