jueves. 25.04.2024

La llegada del verano, en plena pandemia por el coronavirus, supone una preocupación para muchas personas que disponen de piscina en sus casas. En este sentido, una de las dudas generalizadas es si el SARS-CoV-2 puede transmitirse a través del agua de piscinas, pantanos o en la playa. 

¿Existen posibilidades de contagio? ¿Cuál es su comportamiento en piscinas? Los espectadores de TeleMadrid han transmitido estas preguntas al responsable de Urgencias del Hospital Severo Ochoa, Luis Díaz Izquierdo. El experto ha señalado que en las piscinas "evidentemente no, por los tratamientos con cloro del agua". 

El cloro actúa como desinfectante y, en general, las aguas que estén tratadas con depuradoras no supondrían un riesgo de transmisión y contagio. No ocurriría lo mismo con las aguas residuales, ya que el agua contaminada es uno de los principales transmisores de enfermedades. 

En cualquier caso siempre habría que mantener la llamada distancia social de al menos 2 metros respecto a otras personas.

De acuerdo con la Organización Mundial de la Salud, la principal forma de propagación de este nuevo virus es a través del contacto con una persona que esté infectada. "La enfermedad puede propagarse de persona a persona a través de las gotículas procedentes de la nariz o la boca que salen despedidas cuando una persona infectada tose o exhala". 

Además, estas gotículas caen sobre objetos y superficies que pueden ser riesgo de transmisión si una persona entra en contacto y luego se toca la nariz, la boca o los ojos. "También pueden contagiarse si inhalan las gotículas que haya esparcido una persona con COVID-19 al toser o exhalar. Por eso es importante mantenerse a  más de 1 metro (3 pies) de distancia de una persona que se encuentre enferma", destaca la OMS. 

Respecto al riesgo de contraer esta enfermedad por el contacto con heces de una persona infectada, la OMS señala que el riesgo parece ser bajo, aunque las investigaciones iniciales sugieren que puede estar presente en algunos casos, según recoge 20Minutos.

Las autoridades sanitarias continúan investigando sobre las formas de transmisión de este nuevo coronavirus. Todavía se desconocen muchos factores sobre cómo el SARS-CoV-2 se propaga por el medio ambiente, y no existe evidencia científica sólida de que el coronavirus se transmita por el suministro de agua potable. 

En este sentido, un equipo de investigadores del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y de la Universidad de Valencia ha desarrollado un sistema de análisis molecular para alertar de la presencia de este nuevo coronavirus en aguas residuales, tal y como recoge Redacción Médica. "Los análisis han demostrado que los tratamientos de desinfección en las depuradoras son eficaces en la eliminación de la presencia del virus". 

De acuerdo con la OMS, la desinfección facilita la muerte más rápida de virus, incluido el nuevo coronavirus. Un informe técnico publicado por este organismo sobre el agua segura, saneamiento e higiene para proteger la salud durante brotes de enfermedades infecciosas (incluida la COVID-19) destaca que, por el momento, "no hay evidencia sobre la supervivencia del virus en agua potable o alcantarillado". 

"El riesgo para los suministros potable es bajo", señala. Además, los métodos convencionales para el tratamiento del agua (como ocurre con las piscinas) que utilizan filtración y desinfección deben inactivar el virus. 

El SARS-CoV-2 es "un virus envuelto, con una membrana externa frágil. En general, los virus envueltos son menos estables en el medio ambiente y son más susceptibles a oxidantes, como el cloro". 

El verano, enemigo del Covid-19: el cloro del agua de las piscinas lo inactiva, según...