Un estudio reciente realizado por el Instituto de Inmunología de La Jolla en California a 20 sujetos que han superado la enfermedad, refleja que el sistema inmunológico del cuerpo es capaz de detectar la presencia del virus SARS-CoV2 de múltiples maneras. Para el desarrollo de una vacuna es clave ya que el virus que ha provocado la pandemia del Covid-19 no podrá eludir fácilmente la misma.
Los científicos han detectado que las personas que han sufrido un resfriado por otros tipos de coronavirus podrían haber generado ciertas defensas para hacer frente al SARS-CoV2. La demostración de este descubrimiento radica en el análisis que se realizó entre 2015 y 2018 de las conocidas como células T antes de que el virus se encontrase presente. El resultado de la investigación ha demostrado al no haber estado nunca expuestos la Covid-19, habían desarrollado unas defensas muy potentes contra el mismo. Lo más probable es que esas personas hubiesen estado expuestas a tres de los cuatro tipos de coronavirus del resfriado común.
No obstante, al ser un estudio preliminar, no permite demostrar aún con certeza si la respuesta del organismo de personas que se han encontrado expuestas a tal enfermedad posibilita una posibilita la existencia de algún nivel de inmunidad preexistente al SARS-CoV2 y, por lo tanto, razonar por qué algunas personas o lugares geográficos se encuentran más afectados por el COVID-19.
Sin embargo, aún es complicado demostrar que el cuerpo sea capaz de generar una defensa lo suficientemente duradera contra el virus, lo que complica el desarrollo de una vacuna y determinar si la exposición a un resfriado común circulante proporciona algún tipo de inmunidad protectora.
