Dicen que los perros son los mejores amigos del hombre y por ello, muchos de ellos pueden detectar cuando estamos enfermos. Este es el caso de Stephanie Herfe y su perro, un husky siberiano. Según publica Milwaukee Journal Sentinel, el perro, de nueve meses, comenzó a olisquear el vientre de su dueña.
"Puso su nariz en mi vientre y olfateó tan intensamente que pensé que había derramado algo en mi ropa", explica la dueña. El perro realizó la operación en varias ocasiones poniéndose cada vez más nervioso.
Herfe llevaba varios días sufriendo dolores de barriga por lo que decidió acudir al médico. Allí le dijeron que tenía un quiste ovárico por lo que le administraron medicamentos narcóticos para el dolor. Cuando volvió a casa, el perro continuaba nervioso por lo que decidió volver al médico. En ese momento le diagnosticaron cáncer de ovario en estadio 3.
