El envejecimiento, según muchos científicos, no es una enfermedad tratada pero sí está considerada como uno más. Esta patología que sufrimos todas las personas a lo largo de nuestra narrativa vital podría tener una solución de aquí a unos años.
Este estudio habla de la senescencia, según el cual este es el proceso de deterioro que sufren algunas células cuando presentan una ADN dañado. Las mismas residen dentro de nuestro organismo desarrollando el envejecimiento de nuestro cuerpo e incluso enfermedades como el Alzheimer, la diabetes o algunos tipos de cáncer.
El organismo de cualquier persona reacciona como método de defensa natural adherido a los cuerpos a través de las células NKT. Son las encargadas de controlar que las demás células no se dañen o no formen parte de las incluidas como destructivas para el organismo. El problema es que las NKT se deterioran con el paso del tiempo y no poseen su efectividad natural.
La revista médica "Med" ha publicado un artículo, de los investigadores de la Universidad de California San Francisco, en el que se explica el método mediante lípidos antígenos para reactivar las células NKT con el fin de que su labor eliminando las células senescentes de nuestro organismo se lleve a cabo al 100%. Este método se ha sido ratificado en ratones con obesidad y con fibrosis pulmonar. Con los primeros, se comprobó que los niveles de glucosa mejoraron significativamente, mientras que en los otros se observó una reducción en el número de células deterioradas y que eran capaces de tener una mayor longevidad.
"Creo que se trata de una potencial terapia inmunológica para la senescencia y la fibrosis", admite el doctor Mallar Bhattacharya, profesor asociado de medicina en la UCSF que trata a pacientes con enfermedades pulmonares y es uno de los autores del artículo. "Es una terapia bastante bien tolerada, y solo tenemos que dar con la dosis y los ensayos".
OTRO ESTUDIO REALIZADO HABLA DE LA LOTERÍA DE LA GENÉTICA QUE HARÁ QUE VIVAS 100 AÑOS MÁS
La última investigación realizada en Italia comparaba los genes de los centenarios con los de la población sana entre los 60 años. Revela que las personas que sobrepasan los 100 años de edad comparten unas características genéticas de longevidad.
En relación al estudio anterior, los científicos que descubrieron a estas personas, hablan de la existencia en sus cuerpos de unos mecanismos preferibles para reparar estas células del ADN a los demás individuos. Sin embargo, no todas las personas tienen la misma suerte. Ante una genética normal se propone la alternativa esperanzadora de los fármacos senolíticos investigados por los científicos de la UCSF.
