El gobierno sudafricano ha decidido suspender la aplicación de la vacuna creada por Oxford y AstraZeneca después de los resultados de un estudio que demuestran la baja eficacia del tratamiento ante la nueva cepa del país.
Zweli Mkhize, el ministro de Sanidad del país, ha decretado el pasado domingo que la medida "es temporal, hasta que estudiemos el próximo paso".
La decisión de detener la vacunación se llevó a cabo después de conocer que únicamente el 22% de las vacunas son eficaces ante la nueva cepa. En el caso de continuar con la vacunación, el país estaría malgastando una gran cantidad de recursos económicos y sanitarios.
"Son noticias muy decepcionantes. Lo que tengo que enfatizar es que dos tercios (de los contagios) del estudio fueron por infección suave y un tercio por enfermedad moderada. Lo que los datos no nos dicen es si protege contra enfermedad grave", ha explicado el doctor Shabir Madhi, profesor de la Universidad de Witwatersrand.
La nueva estrategia de vacunación del país consiste en esperar a las dosis de las vacunas de Johnson & Johnson y de Pfizer/BioNTech, las cuales han demostrado ser altamente eficaces ante la cepa generada en Sudáfrica.
