viernes. 19.04.2024

La OMS advirtió recientemente de que se está subestimando la transmisión del COVID-19 en aerosol. En caso de confirmarse la dispersión de aerosoles, como se sospecha, será necesario reconsiderar las pautas sobre distanciamiento social, los sistemas de ventilación y los espacios compartidos.


Un grupo de investigadores de la Universidad Heriot-Watt y la Universidad de Edimburgo, en Reino Unido, cree que también se necesita una mejor comprensión de los diferentes comportamientos de las gotas y sus diferentes mecanismos de dispersión basados en el tamaño de las gotas. Esto tiene implicaciones importantes para comprender la propagación de enfermedades transmitidas por el aire, como COVID-19, porque sus pruebas de dispersión revelaron la ausencia de gotas de tamaño intermedio, como se esperaba.

"La física del flujo de alguien que tose es compleja, ya que hay chorros turbulentos y evaporación de gotas --explica Cathal Cummins, de la Universidad Heriot-Watt--. Y el aumento del COVID-19 ha revelado las lagunas en nuestro conocimiento de la física de las estrategias de transmisión y mitigación", explica Cummins.

"Nuestro estudio muestra que no hay una relación lineal entre el tamaño de las gotas y el desplazamiento, con las gotas pequeñas y grandes que viajan más lejos que las de tamaño mediano", añade Felicity Mehendale, coautora y cirujana académica de la Universidad de Edimburgo. No podemos permitirnos ser complacientes con las gotas pequeñas. Los EPI son una barrera efectiva para las gotas grandes, pero puede ser menos efectivo para las pequeñas".

 

"Los EPI son una barrera efectiva para las gotas grandes, pero puede ser menos efectivo...