viernes. 29.03.2024

La salud se ha situado, sin duda, en el epicentro de todas las decisiones. La pandemia ha hecho necesario potenciar el cuidado del cuerpo y de la mente, pero, también, dar un paso más y apostar por nuevos métodos con los que mejorar el bienestar integral a largo plazo. Esta visión global de la salud, que se adapta a un entorno cada vez más cambiante, determinará, entre otras cosas, la capacidad de resiliencia de la población en los próximos meses. La personalización, el aumento de herramientas enfocadas a la prevención y al autocuidado y la sensibilización en torno a la salud mental son algunas de las tendencias que marcarán este 2022.

Con el objetivo de impulsar el cuidado de la salud integral en 2022 y prevenir cualquier problema en este sentido, la aseguradora de salud Cigna ha identificado las tendencias que permiten vislumbrar cómo será el futuro de la salud holística para situarse a la vanguardia del cuidado del bienestar:

La personalización revolucionará las soluciones de asistencia sanitaria. Una visión global de la salud implica atender las necesidades individuales de cada persona, respondiendo a ellas de manera individualizada. Aunque la salud física y mental son los ámbitos a los que los españoles dan más importancia, según el estudio ‘Cigna 360 Wellbeing Survey’1 , esferas como la salud financiera, familiar o el acceso a la atención médica también influyen directamente en el bienestar. Tomando como base esta idea, uno de los grandes retos de 2022 será brindar la respuesta individualizada que demandan las personas, adaptando las iniciativas saludables a las necesidades particulares de cada individuo.

La población pasará a ser sujeto activo de su propio bienestar: prevención y autocuidado. Si bien antes de la COVID-19 la telemedicina ya había ganado terreno, ahora su adopción se ha acelerado, subrayando la importancia de plataformas que acercan a profesionales de la salud y pacientes. Gracias a ello, y al uso de la Inteligencia Artificial, asistiremos a un cambio en la monitorización del estado de salud de las personas y en la vigilancia de tratamientos activos. Mediante el registro de datos biométricos que permiten las tecnologías, se podrán detectar patrones anormales en fases incipientes de una patología y evitar llegar a situaciones extremas. En el caso de las enfermedades crónicas, por ejemplo, las personas dispondrán de las herramientas necesarias para gestionar de manera activa su salud, aumentar su implicación en la adopción de hábitos saludables y hacer un seguimiento más exhaustivo del tratamiento en cualquier momento.

El cuidado de la salud mental como área preminente. Uno de los grandes aprendizajes de la crisis sanitaria ha sido lo importante que es prestar atención a la salud mental y los beneficios que ello conlleva. Por tanto, una de las tendencias de las que seremos testigos a corto plazo es el aumento de los recursos y programas que ofrezcan apoyo a la población en términos de salud mental. En concreto, las iniciativas que mejor pueden funcionar son las relativas a la gestión efectiva del estrés, los talleres de capacitación o las sesiones de coaching. Pues no hay que olvidar que, tal y como refleja el informe de Cigna, el 75% de españoles se ha estresado con la pandemia.

La mejora tecnológica seguirá transformando la cultura sanitaria. La tecnología aplicada a la salud se ha convertido en una verdadera aliada para garantizar un acceso de calidad a la atención médica. Cada vez más personas recurren a la telemedicina para recibir asesoramiento experto en hábitos de vida saludable, según el estudio1 de Cigna. Y es que, los servicios de salud digital han hecho posible acceder a videoconsultas de forma inmediata y siempre que sea necesario. Esta proximidad entre médico y paciente será una gran disrupción en el futuro de la salud, convirtiéndose en un básico en el día a día de las personas y proponiendo nuevos modelos de cuidados basados en una mejora de la comunicación y de la coordinación entre las personas implicadas en un tratamiento.

La salud financiera ganará protagonismo en el bienestar integral de las personas. Las finanzas personales se han convertido en una de las principales fuentes de estrés, por lo que empezar el nuevo año reduciendo esa sensación es fundamental. Para conseguirlo, una opción sencilla es acudir a programas formativos centrados en ayudar a conseguir la estabilidad económica o talleres que aborden temas como la elaboración de presupuestos o la gestión del dinero.

Todavía estamos saliendo de la pandemia, por lo que cuidarse nunca ha sido tan importante. Un sistema inmunitario fuerte no es algo que se desarrolle de la noche a la mañana. Recogiendo todas estas pistas, será más fácil situar en 2022 la salud y el bienestar en el centro de nuestro día a día y, así, alcanzar un estado óptimo de la salud integral.

La salud integral al alcance de nuestras manos: 5 tendencias de futuro