Rommel era un hombre deportista con trabajo en hotelería, quien nunca pensó que el COVID podría afectarle también a él. Sin embargo, a principios de abril el virus le atacó de una forma tan intensa que su vida peligró intensamente.
Su familia aún no se hacía a la idea de lo próximo que estaba de la muerte Rommel, cuando su hijo Juan David detonó un "milagro". "Yo tengo claro que a mí me salvó la vida mi hijo", ha explicado Rommel. Estaba sedado, pero recuerda cosas: "Sin los audios que me mandaba mi familia, que me ponían los sanitarios, y el sueño con mi hijo, yo no estaría aquí ahora mismo", ha explicado.
Cuando comenzó el estado de alarma de marzo, Rommel fue uno de los primeros en notar los síntomas. Sin embargo, cuando éstos comenzaron a manifestarse con gravedad, el sistema de ambulancias estaba colapsado. Rommel se dispuso a llegar al hospital Doce de Octubre caminando, lo cual casi le cuesta la vida. "Fue el primer susto que me llevé, porque me quedé sin aire, casi me desmayo. Se me nublaron los ojos... así que paso a paso, muy despacio, llegué al hospital", ha explicado.
El hombre entró directamente a la UCI, donde permaneció hasta el límite de casi perder la vida. Sin embargo, un sueño provocado por la fiebre donde aparecía su hijo fue el motivo que llevó a Rommel a mejorar.
