sábado. 20.04.2024

La investigación, que ha sido coordinada por la Unidad de Investigación de la AEDV y publicada en la revista científica 'British Journal of Dermatology', confirma que la ruta de transmisión principal para este brote es fundamentalmente a través del contacto de la piel. Este estudio transversal prospectivo ha analizado 185 casos recogidos por un gran número de dermatólogos españoles.

Los síntomas generales de la viruela del mono incluyen fiebre e inflamación de los ganglios linfáticos, seguidos de un sarpullido generalizado que progresa a través de cuatro etapas distintas. Si bien la fiebre y la inflamación de los ganglios linfáticos siguen siendo comunes en este brote, la investigación encontró que los casos tienden a presentar pocas lesiones en la piel.

"Lo habitual es que la sintomatología cutánea aparezca en zonas de contacto durante las relaciones sexuales. Esto puede incluir lesiones en la faringe, el canal anal, la cara y los dedos", ha explicado la doctora Alba Catalá, dermatóloga del Servicio de Dermatología del Hospital Clínic de Barcelona y autora principal de estudio.

Por otro lado, y en contra de lo descrito previamente, este estudio demuestra que las posibles lesiones dermatológicas que pueden aparecer con motivo de la enfermedad no son pústulas, sino pápulas duras que parecen pústulas (pseudopústulas).

"Este hallazgo es importante porque hace mucho más fácil reconocer la enfermedad, ya que muy pocas enfermedades producen este tipo de lesiones", ha indicado Petunia Clavo, dermatóloga del Centro Sandoval en Madrid y otra de los autores de la investigación.

No obstante, la doctora ha asegurado también que algunas de estas pápulas se necrosan y pueden dar lugar a úlceras genitales, "dificultando el diagnóstico por su similitud con otras enfermedades".

La principal transmisión de la viruela del mono es por contacto de la piel