jueves. 28.03.2024

La Escuela de Salud Pública de la Universidad de Boston en Estados Unidos ha realizado un estudio para analizar cómo afectan los cambios de peso entre la edad adulta, que comprende a las personas a partir de lo 18 años y mediana edad, a partir de los 55 años en el riesgo de muerte prematura en una persona.

El estudio, publicado en Jama Network Open descubrió que las personas analizadas con un IMC de obesidad a los 18 años que bajaron al sobrepeso en mediana edad, redujeron el riesgo de morir en comparación a  los que se mantuvieron con obesidad hasta los 55 años. Aunque la perdida de peso después de la mediana edad no redujo el riesgo de muerte de los participantes.

"Los resultados indican una oportunidad importante para mejorar la salud de la población a través de la prevención primaria y secundaria de la obesidad, particularmente en edades más tempranas", explica el doctor encargado del estudio Andrew Stokes.

El estudio, según el doctor, evidencia la importancia de mantener un peso saludable a lo largo de la vida. Los investigadores utilizaron datos comprendidos entre 1998 a 2015 analizando a 24.205 personas, y los años estudiados de los participantes es de 25 a 74 años.

Para estudiar el riesgo de muerte prematura se analizó la relación entre el cambio de IMC y la probabilidad de que un participante muriera en el periodo observado, controlando factores como el sexo, nivel de vida y tabaquismo.

Los participantes cuyo IMC entraban en el rango de obesidad a los 25 pero que perdían peso al llegar a mediana edad tenían un 54 por ciento de menos probabilidad de fallecer que los que se mantienen en sobrepeso toda su vida.

Además, se estimó que el 3,2 por ciento de las muertes del estudio se habrían evitado si todas las personas con obesidad en edad adulta hubieran bajado a sobrepeso en mediana edad. Pero que tan solo un 0,8 por ciento lograba bajar de peso.

"Aunque este estudio se centró en prevenir las muertes prematuras, mantener un peso saludable también reducirá la carga de muchas enfermedades crónicas como la hipertensión, la diabetes, las enfermedades cardíacas e incluso el cáncer", apunta la coautora del estudio, la doctora JoAnn Manson.

Perder peso antes de los 55 años reduce a la mitad el riesgo de muerte prematura