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El documento, presentado en vísperas del Día Mundial contra el Cáncer, que se celebra este sábado 4 de febrero, recomienda a los países que se centren en programas de detección precoz del cáncer de mama para que al menos el 60 por ciento de los cánceres de mama se diagnostiquen y traten en estadios tempranos.
Asimismo, instan a diagnosticar el cáncer de mama en los 60 días siguientes a su presentación inicial puede mejorar los resultados. El tratamiento debe iniciarse en los tres meses siguientes a la primera presentación. Por último, también apuestan por controlar el cáncer de mama para que al menos el 80 por ciento de las pacientes completen el tratamiento recomendado.
Cada año se producen más de 2,3 millones de casos de cáncer de mama, lo que lo convierte en el cáncer más frecuente entre los adultos. En el 95 por ciento de los países, el cáncer de mama es la primera o segunda causa de muerte femenina por cáncer.
Sin embargo, la supervivencia del cáncer de mama es muy desigual entre los países y dentro de ellos; casi el 80 por ciento de las muertes por cáncer de mama y de cuello uterino se producen en países de ingresos bajos y medios.
"Los países con sistemas sanitarios más débiles son los menos capaces de gestionar la creciente carga que supone el cáncer de mama. Supone una enorme carga para las personas, las familias, las comunidades, los sistemas de salud y las economías, por lo que debe ser una prioridad para los ministerios de salud y los gobiernos de todo el mundo. Tenemos las herramientas y los conocimientos para prevenir el cáncer de mama y salvar vidas", ha comentado el director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus.
El organismo sanitario internacional de Naciones Unidas ha advertido de que el cáncer en las mujeres, incluido el de mama, "deja secuelas devastadoras en la siguiente generación". De hecho, un estudio realizado en 2020 por el Centro Internacional de Investigaciones sobre el Cáncer sugiere que, con unos 4,4 millones de mujeres que morirán de cáncer en 2020, casi un millón de niños quedarán huérfanos a causa del cáncer, el 25 por ciento de ellos debido al cáncer de mama.
Asimismo, alertan de que los niños que pierden a sus madres a causa del cáncer "experimentan desventajas sanitarias y educativas a lo largo de sus vidas, desencadenando trastornos sociales crónicos y generacionales y perjuicios económicos en muchos casos".
"Los países tienen que asegurarse de que este marco se comprometa e integre en la atención primaria de salud. Este esfuerzo no sólo apoyaría la promoción de la salud, sino que también capacitaría a las mujeres para buscar y recibir atención sanitaria a lo largo del ciclo vital. Con una atención primaria eficaz y sostenible, podemos ver realmente el camino hacia la cobertura sanitaria universal", ha argumentado la directora de la OMS para Enfermedades No Transmisibles, Bente Mikkelsen.