La Organización de Consumidores y Usuarios (OCU) ha solicitado la prohibición de la publicidad de alimentos no saludables dirigida a menores y consideró que el código PAOS de autorregulación, establecido en 2005 para regular la publicidad dirigida a menores de 12 años, “ha demostrado ser ineficiente e insuficiente” a la hora de reducir la obesidad infantil, por lo que pidió la articulación de una normativa “vinculante”.
Así lo exigió en un comunicado en el que consideró que las cifras de obesidad infantil en España resultan “alarmantes”, ya que, según el último estudio Aladino, cuatro de cada 10 escolares españoles tienen sobrepeso u obesidad, y anunció la puesta en marcha de una campaña por una regulación vinculante, que ayude a prevenir la obesidad infantil sorteando la “presión” publicitaria de alimentos de “bajo valor nutricional” y que regule la publicidad dirigida a menores de 15 años.
Asimismo, demanda que dicha regulación no se limite a horarios de especial protección e impida la participación de personajes famosos para la promoción de alimentos, el emplazamiento de productos en series o programas infantiles o las telepromociones y que extienda dicha prohibición a los ‘influencers’.
Además, solicita que se prohíba el uso de cualquier logo de sociedades sanitarias en el etiquetado, presentación o publicidad de cualquier alimento dirigido a menores así como la venta de cualquier alimento dirigido a menores que tenga asociados, de manera directa o indirecta, regalos, promociones o “cualquier iniciativa ajena a las características intrínsecas del propio alimento que inciten a la compra de este”.
Todo ello, basándose en los perfiles nutricionales como el Nutriscore, que, a su juicio, obligaría a los fabricantes a mejorar el perfil nutricional de sus productos si quieren seguir publicitándolos y promocionando, a su vez, hábitos saludables entre los menores en medios de comunicación y en centros educativos.