martes. 16.04.2024

Habitualmente, asociamos el catarro o la gripe con el frío pero, ¿realmente están asociados? Acudimos a la ciencia para comprobar hasta qué punto estos están relacionados. "No podemos decir que cogemos un resfriado al bajar las temperaturas ni cuando pasamos frío", asegura el doctor y divulgador médico Manuel Viso. Andar descalzos, desabrigados o con el pelo mojado no favorecen las infecciones.

Para que nos infectemos de una gripe o catarro, tiene que haber un virus o bacterias para que nos trasmitan la enfermedad. Personas que estén contagiadas por virus o bacterias que nos las trasmitan, pero  "sí es cierto que las temperaturas bajas hacen que los virus funcionen mejor", apostilla Viso.

La cubierta lipídica, cubierta de grasa que tienen los virus los hacen más resistentes a las defensas y, por lo tanto, funcionan mejor con bajas temperaturas. En la nariz tenemos una serie de células que liberan unas vacuolas que contienen partículas que ayudan a defendernos. Según un reciente estudio, se ha demostrado que con temperaturas bajas esas vacuolas disminuyen un 42%, haciendo más fácil que las infecciones víricas se transmitan.

No obstante, tras estar expuestos al frío, lo normal es segregar moco como un lubricante natural que protege la entrada a nuestras vías respiratorias. Eso no quiere decir que nos hayamos acatarrado ya que el proceso se detiene cuando desaparece ese estímulo exterior. Para huir de los resfriados debemos evitar las situaciones que favorecen los contagios.

¿Nos acatarramos por pasar frío?