sábado. 20.04.2024

La imagen se hizo viral: un hombre mira a cámara y sujeta con sus dos manos un palo azul del que cuelgan más de una veintena de mascarillas. A su alrededor, más basura entre la que es fácil identificar una gran cantidad de equipos de protección. Él es Sea Shepher, un famoso activista en defensa de los mares, y con esa acción denunciaba la cantidad de mascarillas que había recogido en una playa de las islas Soko, en Hong Kong. No hace falta recorrer tantos kilómetros para darse cuenta de que la “nueva normalidad” no está siendo tan sostenible como nos gustaría. Esa misma estampa es fácil de encontrar en cualquier playa de nuestro litoral.

Se calcula que en el mundo se usan en torno a 129.000 millones de mascarillas desechables al mes. En el caso de España, ya vamos por 659 millones desde el inicio de la pandemia de la Covid-19 y de todas ellas solo se recicla un 9%. Esto se traduce en millones de toneladas de plásticos que acaban en vertederos, ríos o mares en forma de microplásticos que tardarán muchos años en desaparecer. Los cimientos de una crisis medioambiental que se suma a la crisis sanitaria y socioeconómica derivadas de la pandemia.

 

En España se han usado 659 millones desde el inicio de la pandemia de la Covid-19 y solo se recicla un 9%

Ser conscientes del problema nos ayuda a ser parte de la solución. Eso es lo que han debido pensar desde Sentinel, una empresa barcelonesa que ha confeccionado una mascarilla en microfibra hidrofugada de doble cara, que se puede lavar hasta 90 veces sin perder efectividad y que tiene un alto grado de protección. Concretamente, cumple con la normativa UNE0065 de mascarillas higiénicas reutilizables. Evita que nos contagiemos y que nos contagien, de forma similar a las mascarillas FFP2.

Con estos avances en el mercado, la pelota pasa al campo de los ciudadanos. La premisa es sencilla: dejar de lado las clásicas mascarillas desechables -más económicas, pero menos ecológicas- y optar por alternativas que, además de protegernos adecuadamente y garantizar que podemos llevarlas sin riesgo a que nos falte el aire, sean respetuosas con el medio ambiente. La de Sentinel cumple con este requisito. Al usarla, la reducción de residuos es drástica: con solo cuatro mascarillas se puede proteger a una persona durante un año entero. Las cuentas no engañan.

Las mascarillas también llegan en alternativa ‘eco’ para hacer frente a la Covid-19