La viróloga e inmunóloga del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC), Margarita Del Val, ha querido remarcar la importancia de realizar un reparto equitativo de las vacunas, sobre todo, para que llegue a países menos desarrollados que no pueden hacerse cargo de la compra de las dosis a las farmacéuticas. “Hasta que todos no estemos inmunizados la pandemia no remitirá, por lo que, aunque sea por puro egoísmo, debemos asegurar que la vacuna llegue a otros países.”, ha afirma la viróloga.
En los últimos días, se ha conocido que COVAX, el proyecto internacional que pretende la distribución rápida y equitativa de las vacunas, ha empezado a distribuir las dosis de la vacuna en aquellos países que no tienen acceso a ellas. “Es la única manera de que los países sin recursos cuenten con el apoyo necesario para recibir suficientes dosis de vacunas, para administrarlas y, a más largo plazo, para ser autosuficientes y llevar a cabo sus propias campañas de vacunación”, ha afirmado Del Val en una entrevista al NIUS diario.
España ha aportado 50 millones de euros ha este proyecto internacional que pretende repartir 337 millones de dosis entre los 145 países solicitantes. La viróloga ha resaltado la importancia de esta iniciativa: “Si a nosotros nos ha costado, imagina lo que puede pasar en países que no cuentan precisamente con los mejores sistemas sanitarios del mundo, hay que tener en cuenta que hablamos de países como Níger, Nepal o Camerún con una población mucho menos envejecida que la de los países europeos.
Del Val ha afirmado que los virus no conocen de fronteras, por lo que, si no se crea una inmunidad mundial, es imposible que el virus deje de hacer estragos en la sociedad. Por ello, ha insistido en la importancia de ver esto desde una perspectiva global y no desde una individual.
“Se reflexiona mucho acerca del efecto de la pandemia sobre la economía, pero podría tener un gran impacto sobre la paz mundial. Aunque sea por puro egoísmo, hay que evitarlo”, ha afirmado la viróloga en relación a la vacuna en países menos desarrollados. “Nadie estará a salvo, a menos que lo esté todo el mundo”, sentencia Margarita Del Val.
