viernes. 29.03.2024

Spencer Rollyson, un joven de 21 años de la ciudad de Cocoa en Florida, Estados Unidos, presentó síntomas leves de coronavirus en mayo pero no le dio mucha importancia. Semanas después, la enfermedad casi le quita la vida.

"Nunca pensé, a los 21, que estaría al borde de la muerte", dijo.  Afirma que al principio la infección parecía una gripe o un resfriado pero, aproximadamente, dos semanas más tarde, comenzó a sentirse mal.

Rollyson dijo que fue a la sala de emergencias con fiebre alta y los médicos le realizaron varias pruebas, incluidas radiografías de tórax y tomografías computarizadas, para encontrar la raíz del problema. Asegura que todo salió bien pero en 48 horas Rollyson estaba en la UCI. "Fue entonces cuando todo comenzó a apagarse", dijo. "En dos días, mi cuerpo se deterioró rápidamente".

La angustiosa experiencia del joven ilustra un punto en el que los expertos en salud han estado enfatizando en lo que al coronavirus respecta en grupos de personas jóvenes. Muchos parecen pasar por la infección sin síntomas, sin embargo, todavía no se sabe cómo puede reaccionar cada individuo al virus.

Rollyson afirma que los médicos le dijeron que su cuerpo entró en modo hiperactivo tratando de combatir el virus antes de que sufriera insuficiencia cardíaca, insuficiencia respiratoria aguda y sepsis grave. Semanas desde su recuperación, la frecuencia cardíaca de Rollyson todavía se controla y todavía toma medicamentos para la presión arterial. Los médicos le han comentado que los medicamentos, probablemente, continuarán durante al menos un año más.

"Casi me quita la vida hace un mes", dijo. "Así que no es algo con lo que jugar. Solo estad a salvo, poneros las mascarillas, lavaros las manos".  "No puedo insistir lo suficiente", añade.

Un joven de 21 años casi pierde la vida a causa del Covid-19 dos semanas después de...