sábado. 20.04.2024

Un equipo del Instituto de Investigación Biomédica de Bellvitge (IDIBELL), el Hospital Universitario de Bellvitge y del Centro de Investigación Biomédica en Red de Salud Mental (CIBERSAM), en colaboración con ISGlobal y Harvard Medical School, ha identificado dos genes implicados en las afectaciones cerebrales de los niños con síntomas de trastorno obsesivo-compulsivo (TOC).

Según los investigadores, conocer las causas biológicas de la aparición de los primeros síntomas obsesivo-compulsivos podría ayudar al desarrollo de nuevos tratamientos contra nuevas dianas terapéuticas.

El TOC se caracteriza por la aparición de pensamientos o impulsos intrusivos que acaban desembocando en comportamientos repetitivos. Se trata de un trastorno que sufre entre el 1 y el 3 por ciento de la población, la mayoría de los cuales acaban siendo pacientes crónicos. Sin embargo, el impacto de esta enfermedad se puede minimizar mucho con la prevención y la detección precoz.

Concretamente, el equipo de investigación del programa de neurociencias del IDIBELL y del Hospital Universitario de Bellvitge, liderado por el doctor Carles Soriano-Mas, también miembro de CIBERSAM, ha identificado dos genes asociados con el comportamiento anormalmente reverberante de los circuitos cerebrales implicados en el TOC.

La activación reiterada de estos circuitos impide que el paciente pueda pasar de manera fluida de una tarea a la siguiente, lo que se acaba traduciendo en el comportamiento repetitivo característico.

"Estos resultados suponen un paso adelante en la identificación de posibles dianas terapéuticas y el desarrollo de nuevos tratamientos farmacológicos", explica el doctor Soriano-Mas. Asimismo, los genes identificados están relacionados con la llamada neurotransmisión glutamatérgica, por lo tanto, tal y como indica el doctor, una de las vías terapéuticas a abordar seria este tipo de conexión neuronal.

La aparición de síntomas obsesivo-compulsivos durante la infancia se considera un factor de riesgo para desarrollar TOC en la adultez. Se cree que la aparición de estos síntomas tempranos es ya indicativa de una posible alteración en los circuitos cerebrales implicados en el TOC.

"De ahí la importancia de la detección precoz. Si identificamos a tiempo los primeros síntomas y sus causas, podríamos ser capaces de pararlo antes que se cronifiquen las posibles alteraciones cerebrales", indica la doctora Maria Suñol, primera autora del trabajo.

COMBINANDO RESONANCIAS MAGNÉTICAS CEREBRALES CON ANÁLISIS DE GENES

Para este proyecto se estudiaron más de 220 niños y niñas sin un diagnóstico de trastorno obsesivo compulsivo, pero que mostraban síntomas de este trastorno en diferentes grados, para evitar que la medicación u otras comorbilidades afectaran al resultado.

A estos niños se les realizó una resonancia magnética del cerebro para evaluar su funcionalidad y la afectación de los circuitos neuronales implicados en el TOC.

Paralelamente, se les practicó un análisis de sangre para evaluar sus genes y, a través de ensayos bioinformáticos posteriores, se determinó aquellos que podrían estar modulando la activación reverberante de los circuitos neuronales.

Identifican 2 genes implicados en las afectaciones cerebrales de los niños con síntomas...